El presidente de la firma, Carlos Suaya, confirmó que al finalizar el proceso la dotación de las tres plantas se reducirá a la mitad
El titular el fabricante de computadoras Banghó afirmó que la medida oficializada ayer, que determinó la quita de aranceles a la importación de notebooks y otros artículos electrónicos, no lo sorprendió, puesto que "ya se habían agotado las instancias de diálogo".
"Somos la empresa más grande de informática del país, tenemos casi el 55% del total en produccion, en inversiones y en dotación de personal, por eso "hacemos más ruido", afirmó Suaya esta mañana en declaraciones radiales. "El resto de las empresas, más chicas, vino despidiendo gente 'por goteo' porque a partir de esta medida no tienen incentivos para producir".
Banghó tenía una dotación de 800 personas en sus tres plantas de producción, dos de ellas inauguradas por el anterior Gobierno. "Se nos motivó a invertir, a producir, a competir con los productos importados y de hecho lo logramos con un costo bajísimo de producción. El problema de los precios altos se origina en la enorme cantidad de impuestos cruzados que tiene la economía local", reflexiona.
Suaya estimó que la dotación de la empresa se verá reducida en más de la mitad, es decir, se despedirán más de 400 personas y relativizó el programa de contención a los despidos que implementó el Gobierno: "Ellos están conversando con un fabricante de heladeras [Samsung], pero esa empresa todavía goza de una protección arancelaria del 20% frente a los productos importados. No sé hasta qué punto si se lo quitan qué futuro puede tener".
Por otra parte, afirmó que "es cierto que la industria está muy cara" y que por eso "la gente viaja a comprar a Chile". Señaló que los funcionarios debieran trabajar sobre los costos impositivos, pero en vez de eso "consideran que importando productos van a bajar los precios de la economía". En relación a las consecuencias de la medida afirmó: "Es una forma de pensar, pero no están considerando la cantidad de gente que se quedará sin trabajo".
Para finalizar, Suaya trazó un paralelo con la industria automotriz: "Si analizamos ese sector, vemos que tiene terminales de las principales marcas fabricando coches en todo el país y sin embargo, los autos cuestan el doble que afuera. No es que sean ineficientes, sino que los impuestos y los costos locales son muy altos."