Esta imagen microscópica fue capturada por la paleontóloga Anusuya Chinsamy-Turan, de la Universidad de Ciudad del Cabo. En ella, se observa un hueso de dinosaurio fosilizado, herramienta clave para obtener información detallada sobre especies extintas, como los Megapnosaurus.

Después de la muerte de un organismo, su tejido orgánico se descompone, pero los huesos pueden conservar su estructura durante millones de años. El análisis de su microestructura permite descubrir aspectos importantes sobre la biología y el modo de vida del animal.

La fotografía ha sido galardonada con el segundo premio de la categoría 'La vida en primer plano' del concurso de BMC Ecology and Evolution 2024.

National Geographic