Subirá aún más el mínimo no imponible y permitirá deducir una parte de los alquileres y también al cónyuge. Espera seducir a la oposición y sumar apoyos.
Con la intención de sumar apoyos opositores, el oficialismo aceptó introducir cambios en su propuesta de reforma del Impuesto a las Ganancias. Entre otras modificaciones, subirá el mínimo no imponible que propuso el Poder Ejecutivo, permitirá deducir una parte de los alquileres y reincorporará al cónyuge a las cargas de familia que se pueden declarar. Y además, para compensar el costo fiscal de esas medidas, establecerá un gravamen a las máquinas tragamonedas.
Así lo negociaron durante la tarde de ayer enviados del Ministerio de Hacienda con los diputados referentes del interbloque Cambiemos en cuestiones de economía Luciano Laspina (PRO) y Luis Pastori (UCR). Ambos legisladores llevarán las novedades hoy a la reunión de la comisión de Presupuesto, con la intención de quebrar el acuerdo del arco opositor, que hasta ayer buscaba sin éxito consensuar un proyecto único para contraponer al del Gobierno.
Según los detalles a los que tuvo acceso El Cronista, el mínimo no imponible a partir del cual se pagará el tributo subirá aún más que el 15% original que había planteado el Poder Ejecutivo. Además, se podrá deducir hasta el 40% del alquiler o $ 4000 mensuales y $ 38.000 anuales por ese concepto. También, por pedido de los gremios, se incorporarán algunos viáticos a las deducciones. Y el cónyuge continuará estando entre las cargas de familia que se podrán declarar, aunque con un tope similar al que rige para los hijos.
La nueva redacción del texto incluirá también una actualización del régimen de monotributo, con una suba del piso para pasar al régimen de autónomos, que no se modifica desde septiembre de 2013. Un cambio que el Gobierno planeaba implementar por decreto y que ahora será parte de la propuesta legislativa para reformar Ganancias.
Para compensar lo que el Estado dejará de recaudar por estas modificaciones, el oficialismo incorporará en su proyecto la propuesta de gravar a las máquinas tragamonedas con un impuesto mixto que afecte por un lado al capital -como originalmente propuso el Frente Renovador de Sergio Massa- pero también a una parte de cada apuesta que se realice en esos instrumentos. Con este gravamen, la Casa Rosada espera arañar los $ 7000 millones de recaudación extra.
El interbloque Cambiemos no negoció estos cambios con ninguna fuerza de la oposición, pero intentará romper el entendimiento al que días atrás habían llegado el massismo, el PJ-Frente para la Victoria, el bloque Justicialista y otras fuerzas para consensuar un proyecto de Ganancias alternativo al oficial. El Gobierno tenía anoche dos datos a su favor. Por un lado, los tiempos. La Casa Rosada no está apurada por lograr la sanción de una ley e incluso preferiría que el tema quede para el año próximo. No así la oposición, que además de presionar por una sanción urgente, no logró aún consensuar un proyecto único.
Massa reunió a todos sus diputados para analizar el tema y no se corrió de su propuesta. El PJ-Frente para la Victoria anunció que presentará un dictamen propio. Y lo mismo hará el bloque Justicialista.
Todos, incluso el oficialismo, apuestan a cerrar hoy los dictámenes y seguir negociando hasta el martes de la semana que viene, el día previo a la sesión, para acordar un proyecto que logre encolumnar a una mayoría.