Con pérdidas que para este año están estimadas en $ 1500 millones, el Correo Argentino está en pleno proceso de reconvertir su negocio y llegar a la mitad del año próximo con un "sano equilibrio" en sus cuentas. "El Correo que encontramos estaba en muy mal estado. Hace unos 15 años que no se realizaban inversiones en tecnología. Había pérdidas muy grandes y poca preocupación por los resultados", explicó ayer Jorge Irigoin, presidente de la empresa. También destacó que el Estado Nacional tiene una deuda con el correo, por distintos servicios, cercana a los $ 2000 millones. "Es plata que nos cuesta cobrar y representa un 25% de la facturación, que es de $ 8000 millones", precisó el directivo.
La estrategia del Correo Argentino incluye un plan de inversiones para los próximos cinco años de $ 9000 millones, a valores de este año (unos u$s 600 millones). El foco estará puesto en dos ejes de crecimiento. Por un lado, el área de la logística y "paquetería", que incluye el creciente negocio del e-commerce y de los envíos "puerta a puerta". Y por otro lado, la prestación de servicios públicos en las sucursales de la compañía, que hoy suman 1500 en todo el país. "El negocio postal clásico va desapareciendo. La idea es acercar al Estado al ciudadano a través de la red de correos, que tiene una imagen de confianza. Se puede aprovechar ese vínculo. Pueden ser trámites de ANSeS, Ministerio de Producción, AFIP o el Registro Nacional de las Personas", detalló Irigoin.
Entre los proyectos en los que ya está trabajando la empresa se destaca el plan Remediar, junto al Ministerio de Salud, que contempla el almacenamiento y traslado de medicamentos a todo el país y que comenzará a partir de enero del año que viene. Y también la centralización de la entrega de remedios y compra de insumos en el Hospital Posadas, que hoy cuenta con 17 farmacias propias.
Entre los problemas actuales de la compañía, Irigoin destacó los precios desactualizados con los que trabaja la empresa. "Los precios que paga ANSeS para el pago de los planes sociales, por ejemplo, son del año 2008. Hay zonas en el Norte del país donde sólo se llega a caballo o en burro. O directamente no hay forma de hacerlo vía terrestre y se hace en avión. Son servicios muy caros", ejemplificó el directivo.
La vuelta del servicio de entrega "puerta a puerta" para las compras en el exterior es otro de los temas en los que está trabajando la empresa. Hoy, luego del aluvión inicial de pedidos, la demanda se está "asentando", explicaron. Es más: por la complejidad de los trámites del sistema, un 25% de los pedidos ya realizados no fueron retirados por sus dueños. "Para nosotros que no se retiren los paquetes tiene un alto costo, porque se deben reenviar nuevamente a su país de origen", aclararon en la empresa y destacaron que tienen reuniones semanales con la Aduana con el objetivo de lograr que los trámites requeridos sean menos engorrosos para los usuarios.
"Macri espera resultados. Conoce el negocio y la historia particular del sector. Está dispuesto a poner transparencia y a modernizar", dijo Irigoin. Otra de las dificultades que se encontró la nueva administración son los inmuebles que a pesar de ser parte de la empresa no están registrados como propios, lo que complica los balances. Según detalló Irigoin, son unos 1000 edificios, de los cuales sólo cuatro están a nombre del Correo Argentino como consecuencia de las distintas concesiones. "Sabemos que son de la empresa, pero es una lucha para que se registren. Ya pedimos la escritura de unos 30", agregó.

El Cronista Comercial