El ministerio de Producción quiere extender el plan creado por el kirchnerismo, ya que apuntala las ventas, en un contexto de caída del consumo que, según privados, llegó hasta el 8% en agosto. Sin embargo, en medio de la pelea por los aranceles que cobran las tarjetas, en el sector financiero ponen en duda la continuidad del programa de cuotas sin interés que vence el 30 de este mes.
En tan sólo 15 días, el Gobierno deberá anunciar si extiende el plazo del Programa Ahora12, que ofrece financiación en cuotas sin interés por doce meses. Hasta ahora, desde el ministerio de Producción manifestaron la voluntad de renovarlo, aunque los bancos ponen sus reparos en medio de la disputa con los comercios por los aranceles que cobran las tarjetas de crédito.
El plan de cuotas impulsado durante el kirchnerismo y renovado en la era macrista tiene vigencia hasta el próximo 30 de septiembre. Su continuidad es el arma de negociación que manejan los bancos mientras en el Congreso avanza la modificación de la Ley de tarjetas de crédito impulsada por CAME y en la Secretaría de Comercio esperan una propuesta de parte del sector financiero para generar los ajustes necesarios en el sistema actual de pagos con plásticos.
"En un escenario donde los bancos manejan varios negocios, las pérdidas que tienen por un lado, por ejemplo en el financiamiento del Ahora 12, se ven compensadas por otro. Pero si se limita tan drásticamente la rentabilidad de uno de ellos, como pretende la CAME con estos cambios en la ley de tarjetas, el costo para los bancos de seguir financiando el consumo es demasiado alto", afirmó una fuente del sector bancario.
El consumo, que según consultoras privadas cayó hasta un 8% el mes pasado, es el estandarte que el sector bancario eligió para negociar, luego de que Defensa de la Competencia pusiera el foco sobre el mercado de tarjetas y aumentaran las presiones legislativas para reducir los aranceles que cobran. Los bancos insisten que si el proyecto planteado por CAME sigue adelante en el Congreso no darán su visto bueno para la continuidad del programa Ahora12.
En tanto, en el Gobierno se muestran más optimistas respecto de su renovación.
"Los bancos dicen que Ahora12 no va a seguir, pero la realidad todavía estamos trabajando en negociarlo. Desde el Gobierno hay voluntad de renovarlo porque entendemos que es bueno para los consumidores y bueno para la actividad: es una herramienta muy útil para impulsar las ventas y la industria nacional", reveló una fuente ministerial a este medio.
Mientras tanto las cámaras empresarias abren el paraguas y advierten que, si el plan cae, algunos comercios van a tener un impacto negativo en sus ventas que puede llegar hasta el 50%.
Anteayer el programa cumplió dos años de vigencia. El financiamiento en cuotas sin interés para los consumidores parte de un acuerdo entre los bancos y el BCRA. Los primeros ofrecen una tasa diferencial del 10% anual para los comercios adheridos al programa y el Central a su vez, reduce un 3% el encaje que cobra a los bancos.
"Cuando se creó, durante el gobierno de Cristina, las tasas estaban bajas. Pero ahora, con un costo financiero que ronda el 23% los bancos pierden contra la Lebac, que por más que haya bajado se mantiene muy por encima de este valor", insistió un banquero.
Este argumento fue expuesto esta semana en una reunión de la que participaron el secretario de Comercio, Miguel Braun, autoridades del Banco Central y representantes de los bancos y las tarjetas de crédito.
Luego de la reunión, los responsables de los plásticos apuran la presentación de una propuesta que sirva como solución intermedia a la alternativa que ya cuenta con media sanción del Senado para reducir a la mitad los aranceles que cobran por ofrecer financiamiento a los comercios.
Mientras avanzan las negociaciones por la continuidad de las doce cuotas sin interés, esta semana, la puja por las tarjetas se tomó una pausa en la agenda por el "mini Davos". El martes estaba citada la CAC a la Secretaria de Comercio, pero la reunión fue aplazada por el foro inversor y se concretará recién el 27 de este mes.
El proyecto de ley con media sanción de la Cámara Alta ahora tiene que ser discutido en Diputados por la comisión de Finanzas, presidida por el oficialista Eduardo Amadeo. En el Congreso prevén una larga discusión por el tema antes de que baje al recinto, ya que se buscará conocer la postura de todas las partes involucradas en el negocio.