La actriz habló de la crisis que está transitando con el conductor y detalló lo difícil que fue que los asistentes sociales los rebotaran cuatro veces para adoptar un hijo.
Miriam Lanzoni habló de la crisis que está viviendo con su marido, Alejandro Fantino, de quien se separó hace diez días y abandonó la casa que compartían en Tigre para mudarse a un departamento en Capital Federal.
La actriz reveló que "a veces el deseo y el amor no alcanzan" y también detalló lo difícil que se les hizo para adoptar ya que los rebotaron cuatro asistentes sociales.
"Yo esto lo conté para que no se diga más de lo que es, porque no es más que una crisis de pareja". "Ojalá la podamos atravesar, pero hay muchas cosas en el medio, y con el deseo no basta y con el amor no basta", confesó Miriam en diálogo con Catalina Dlugi en su programa de radio.
"Hay gente a la que le sirve quedarse juntos, pelearse, revolearse cosas, pero yo, aunque pueda ser buena para eso, no quiero, elijo estar bien y poder pensar", aseguró sobre cómo transita la crisis.
Al ser consultada acerca de si continuará con los planes de adopción junto al conductor, Miriam afirmó que "todavía no planeo la posibilidad de ser una madre soltera, porque con Alejandro decimos luchar por la pareja, desde la distancia". "Pero con la adopción vamos a seguir adelante porque ese plan está intacto", destacó. Además reveló que "a Alejandro siempre lo extraño, pero bueno, necesito esto también para atravesar la crisis".
Por otra parte, se refirió a los obstáculos con los que se toparon a la hora de querer adoptar: "Nos rebotaron tres o cuatro asistentes sociales". Narró entonces que "cuando la última asistente social nos rebotó sin siquiera venir a vernos, hablé con mi abogado y le pregunté qué pasaba y nos dijo que por un lado puede ser por prejuicio a que somos famosos, pero que ellos tienen la potestad para decir sí o no, así de ridículo es".
"Cuando conseguí hablar con la última asistente social me dijo que a ellos les pagan muy poco, que Tigre, donde vivimos, era muy lejos, pero yo sigo intentando". "Imagínate que hasta le tuve que pedir 'por favor' que venga a la asistente social", continuó.