Fueron más de tres meses de negociaciones. Hasta el viernes pasado, la Argentina seguía sellando acuerdos con bonistas que tienen títulos en default. Con casi el 80% de los acreedores alineados con la propuesta oficial, según estimaron ante LA NACION fuentes del Ministerio de Hacienda, el Gobierno espera que pasado mañana la Cámara de Apelaciones de Nueva York defina en gran medida la suerte del programa económico de la gestión macrista.

Daniel Pollack, el mediador designado por el juez de Nueva York, Thomas Griesa, informó ayer que el Gobierno había llegado entre el jueves y viernes a acuerdos con bonistas por otros US$ 253 millones. Entre ellos se cuentan el Honero Fund (por US$ 80 millones), 35 clientes del fondo de pensión de Stone Harbor Investment Partners (US$ 127 millones) y 31 tenedores individuales por 46 millones.

"Los acuerdos ya suman unos US$ 8000 millones", dijo Pollack en el comunicado difundido ayer. "En mi capacidad como special master, me siento extremadamente gratificado de que cerca del 90% de los tenedores de títulos con litigios en la Corte del Distrito Sur de Nueva York llegaron a un acuerdo con la Argentina", destacó.


De acuerdo con fuentes de Hacienda que participan de las negociaciones, ya cerca del 70% de los tenedores de la deuda, considerando tanto los que están en Estados Unidos como en Europa, aceptaron la propuesta de pago del país. Sin embargo, explicaron a LA NACION, teniendo en cuenta que existen muchos tenedores de títulos que prescribieron o que no aparecen, el universo total sería menor, con lo cual el nivel de aceptación llegaría ya al 80 por ciento.

"No resolver lo de la deuda fue un delirio", insistió ayer el ministro Alfonso Prat-Gaydurante su exposición frente a un centenar de banqueros e inversores en el hotel Baha Mar, en Nassau, Bahamas, en el marco de la Asamblea Anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Según dijo, se destruyeron 2 millones de empleos y se perdieron US$ 130.000 millones (entre salida de capitales e inversiones que dejaron de entrar) "mientras gritábamos patria o buitres. Nos jodimos a nosotros mismos, y a los vecinos y amigos", subrayó el ministro, que aseguró que "el aislamiento finalmente se va a ordenar", ante un auditorio que llegó a aplaudirlo de pie cuando contó los pormenores de la negociación para lograr la aprobación en el Congreso de las leyes cerrojo y de pago soberano.

"Lo de los holdouts se resuelve en los próximos días", les dijo Prat-Gay, confiado. "Apúrense a entrar en la Argentina. Ganan los primeros. No me digan el año que viene que no les avisé", los desafió.

Hoy comienza formalmente el road show de la emisión de deuda de hasta US$ 15.000 millones que planea hacer la Argentina si la Cámara de Nueva York accede a levantar las medidas cautelares que pesan sobre el país y que por ahora le impiden realizar pagos en el extranjero, sin quedar sujetos a posibles embargos.

El secretario de Hacienda, Pedro Lacoste, y el de Finanzas, Luis Caputo, se presentarán en Nueva York hoy y mañana, mientras que el jueves viajarán a Los Ángeles y el viernes, a Washington. Prat-Gay viajará de Bahamas a Nueva York para unirse a la delegación en Wall Street. Mientras que Santiago Bausili, subsecretario de Finanzas, y Vladimir Werning, jefe de gabinete de la Secretaría de Política Económica, liderarán reuniones en Londres hoy y mañana, y en Boston, el jueves.

Las presentaciones ante inversores se tomarán un respiro pasado mañana. Dado que fue el día elegido por la Cámara de Apelaciones para la audiencia en la que escuchará los argumentos de la Argentina y de los acreedores, para luego decidir si ratifica o revoca el fallo del juez Thomas Griesa que despeja el camino para que la Argentina salga del default.

De la decisión de la Cámara -que en Hacienda están confiados de que será favorable al país- dependerá luego la fecha de emisión de los bonos, que serán a 5, a 10 y a 30 años de plazo. La Argentina se había comprometido a pagarles a los holdouts este jueves 14, pero a la luz de la fecha fijada por la Cámara para la audiencia en el mercado se descuenta que no será posible cumplir con lo pautado.

Desde el equipo económico les hicieron saber a inversores en diversas reuniones en los últimos días que aun así no creen que los acreedores desistan del acuerdo. Son pocos los incentivos para abandonarlo, si consideran que la Cámara fallará a favor del país, ya que una vez levantadas las cautelares su poder de negociación sería mucho menor.