Conn un "cóndor" se podrán comprar sólo tres empanadas en la Argentina. "¿Tenés cambio de un «hornero»?", se convertirá en una pregunta frecuente. Apostar una "taruca" será en pocos meses algo de lo más normal.

Después de casi ocho años de inflación de más de dos dígitos y de una gestión dedicada exclusivamente a negarla de cualquier forma, las nuevas autoridades del Banco Central (BCRA) decidieron blanquear la herencia: anunciaron ayer que a mediados de este año pondrán en circulación los nuevos billetes de $ 200 y $ 500, y que en 2017 llegará el de $ 1000. El año que viene además se renovarán los diseños de los $ 20, $ 50 y $ 100. La entidad monetaria que conduce Federico Sturzenegger aclaró, no obstante, que "la nueva familia de billetes convivirá durante un tiempo con las actuales circulantes".

Para el Gobierno, se trata de una transición. "La bancarización es un eje central, pero el sistema de pagos estaba un tanto sobreexigido con billetes chicos", dijeron a LA NACION cerca del presidente del BCRA. "Éste es un paliativo de corto que no altera en nada la otra estrategia", agregaron. Recordaron además que esto era algo que Sturzenegger ya había anticipado en su discurso de asunción. Pero antes de asumir como funcionario, el economista era un crítico de este camino: cuestionaba los billetes de alta denominación porque facilitan las operaciones de lavado de dinero. Sin embargo, ayer el BCRA aclaró que el objetivo de largo plazo es alentar "el mayor uso de medios electrónicos de pago para de las transacciones".

   

"A mediano plazo hay un gran ahorro de dinero", agregaron, en tanto, desde la mesa del BCRA para explicar la decisión. "Por cada billete de 500 que se imprima, el Banco Central ahorra un 80% en comparación con seguir emitiendo sólo de 100 pesos", completaron. En la entidad se negaron a dar un número del ahorro porque "eso depende de varios factores de demanda", explicaron. El BCRA estimó que la incorporación de papel moneda de mayor denominación es una necesidad práctica para el mejor funcionamiento de cajeros automáticos y la reducción de costos de traslado de efectivo.

El Gobierno decidió además, según comunicó también ayer, reemplazar las clásicas figuras de los próceres argentinos por animales autóctonos de cada región del país. Pese a que los motivos elegidos son habituales en otras naciones, como en Brasil, Sudáfrica, Bielorrusia o Noruega, entre otros, produjo un revuelo en las redes sociales y atrajo las críticas del kirchnerismo.[mundo idea]El nuevo billete de $ 200 vendrá impreso con la ballena franca autral, típica del Mar Argentino de la Antártida y las islas del Atlántico Sur. En tanto, el de $ 500 mostrará el yaguareté del nordeste del país. El nuevo billete de $ 1000, que llegará el año que viene, tendrá la ilustración del hornero, el ave nacional.

También cambiarán los actuales billetes en circulación. El de $ 100 -que Cristina Kirchner había presentado con bombos y platillos con la figura de Eva Perón, alguna alusión a ella misma y a las Madres de Plaza de Mayo- será reemplazado por la imagen de la taruca, del Noroeste. El de $ 50, hoy con las islas Malvinas, mostrará al cóndor andino. El de $ 20, con Juan Manuel de Rosas, tendrá al guanaco de la estepa patagónica, un espécimen admirado por algunos miembros del nuevo Banco Central.

"El BCRA busca con esta familia de billetes resaltar la generosidad de la naturaleza hacia la Argentina y, al mismo tiempo, enfatizar la importancia de preservar y promover la biodiversidad", señaló la entidad. "Con la elección de la fauna y de las regiones argentinas, el BCRA procura también un punto de encuentro en el que todos los argentinos puedan sentirse representados en la moneda nacional", se agregó.

Ayer en Twitter muchos se quejaban de la exclusión de los próceres y también proliferaron los memes con otros animales: pingüinos, gorilas, buitres o morsas. Sturzenegger destacó, en cambio, los peluches del reverso en los nuevos billetes: "Son una celebración de la niñez".