Poco después de la explosión que tuvo lugar en el barrio residencial Alta Córdoba, que causó daños físicos a 46 personas, el gobernador cordobés, José Manuel de la Sota brindó información sobre la situación.

"Estoy en el lugar. El cráter es enorme. Hay gases. Las viviendas vecinas están destruidas. Hasta ahora sólo hay heridos", expresó a través de su cuenta en la red social Twitter. Luego añadió: "Dios puso su mano. Cuando uno ve las viviendas colindantes, pudo ser atroz. ...Todos los heridos están bajo control médico. Ojalá siga así!!".

Y agregó: "Sigo paso a paso la evolución del lamentable suceso ocurrido [...]. Autoridades policiales y de Defensa Civil sobrevuelan el lugar del hecho", dijo.

Poco después, en diálogo con la prensa en el lugar, el gobernador informó sobre una de las casas locales "totalmente destruida". Las autoridades "están intentando contactar a la persona que vivía en esa casa", dijo.

También reveló que hay "pozos negros que pueden ceder". "Está todo vallado para que nadie pueda estar ahí", dijo.

Consultado por periodistas por la nube gris que se desplegaba sobre la zona, De la Sota no contestó: "Lo que me informan las autoridades sanitarias, es que hay agua que sube de abajo, ha sido una explosión muy fuerte.

Una periodista le preguntó al funcionario si estaban al tanto de que había una fábrica de esas características en un barrio. "No es de mi jurisdicción, tendrá que preguntarle a las autoridades locales", respondió.

Además, aseguró que el suministro eléctrico se encuentra momentáneamente cortado en la zona: "Cuando se haya hecho una evaluación por parte de Defensa Civil, que conduce el proceso, cuando vean que no haya otros cables cortados, volverá la luz. Está cortada por pedido de Defensa Civil para evitar que haya un daño mayor", sostuvo.