Hace rato que Imanol Arias busca alguna buena excusa para pasar un tiempo en Buenos Aires. Con esa idea compró con el productor Lino Patalano los derechos de una versión teatral de la famosa película de Clint Eastwood Los puentes de Madison, que finalmente no pudo llevarse a cabo. "Es que no logré tener el espacio suficiente -explica-. La última vez que armé un espectáculo aquí -Calígula, dirigido por Rubén Szchumacher a mediados de los 90- me quedé un año. Hoy no podría hacer eso porque sigo con Cuéntame cómo pasó, que no puedo abandonar". El programa de La 1, canal principal de la TVE de aquel país, arrancó en 2001 y es un gran éxito: fue vendido a 22 países y ganó un Emmy. La ficción cuenta la vida de una familia de clase media, los Alcántara, durante los últimos años del franquismo y los comienzos de la transición democrática.

De todos modos, Imanol se las arregló para hacer una visita breve pero cargada: anteayer estuvo en el Teatro Payró para ver el estreno de Absolutamente comprometidos, comedia de la estadounidense Becky Mode protagonizada por Julián Kartún y dirigida por su amigo Miguel Pittier, en la que aparece como productor; ayer asistió a la premiére de la versión remasterizada de Tango feroz, la película de Marcelo Piñeyro en la que tuvo un rol importante dos décadas atrás y que mañana vuelve a los cines.

Mañana, Imanol Arias presentará junto con su mujer, la fotógrafa Irene Merixtell, la muestra Miradas y tiempos en Anantapur, una exposición de imágenes de la India que ella tomó durante el rodaje del telefilm Vicente Ferrer, protagonizado por Arias. "Ha sido un viaje corto, pero intenso. A ver si pronto puedo venir para quedarme un buen rato", dice el actor, que conquistó al público argentino con su interpretación del sacerdote Ladislao Gutiérrez en la exitosa Camila (1984), de María Luisa Bemberg. En el mismo lugar donde estará exhibida la muestra de fotos, el Centro Cultural Borges, se presentará (los lunes 15 y 22, el martes 16 y el miércoles 24, siempre a las 15) Vicente Ferrer, un telefilm dedicado al misionero que desarrolló en la India un riguroso trabajo social basado en pequeñas ayudas económicas y asesoramiento técnico para que algunos campesinos pobres pudieran obtener agua para los cultivos.

"Ferrer estuvo doce años en la India y fue expulsado por las clases dirigentes, que no veían con buenos ojos su trabajo", -cuenta Imanol-. Su ida generó una movilización de 30.000 campesinos, secundados por intelectuales y parte de la élite política y religiosa india. La entonces primera ministra, Indira Gandhi, medió en el conflicto y redactó un telegrama que puso fin a la tensión y significó también un reconocimiento a la labor del misionero: «El padre Vicente Ferrer marchará al extranjero para unas cortas vacaciones y será bien recibido otra vez en la India», decía. Tres meses después, Ferrer recuperó el visado y se instaló en Anantapur, una de las zonas más áridas y pobres de la India.

"Era un alma viva que parecía levitar a medio metro del suelo -agrega el actor-. La primera dificultad que tuve que afrontar fue cómo representarla. Ferrer tuvo todos los componentes del ser humano, salvo las vilezas. Vivió las miserias de la Guerra Civil y luego hizo una verdadera revolución en la India trabajando a favor de los dalit, la casta más baja de ese país, gente que increíblemente no tiene ningún derecho: no pueden cruzarse contigo, no pueden beber tu agua, la sombra de ellos no puede tocarte, no pueden mirarte? Desde 1969 existe una fundación que lleva su nombre y ha llegado a recaudar 60 millones de euros anuales en donaciones. Emplea a 2400 personas, gestiona cinco hospitales y más de mil escuelas, beneficiando de ese modo a más de dos millones y medio de personas. Es una historia que con enorme resonancia porque en este mundo del low cost, los capitalistas invierten cada vez menos pero pretenden que el dinero irreal, el que circula por una nube inalcanzable, se multiplique. Desmantelado casi por completo el Estado benefactor que se generó después de la Segunda Guerra Mundial, muy pronto serán muchos los países que vivirán situaciones parecidas a las de la India. Han endeudado tanto a los estados que necesitarán masacrar a las poblaciones para que sigan cerrando los negocios. Vamos en camino a una sociedad individualista y plagada de pobres", explica.

En ese marco, Arias remarca la "indignación creciente" que hay en Europa, acompañada de "una indiferencia absoluta frente a la política". Sin embargo, aclara, "también han aparecido iniciativas populares en las clases bajas, medias y medias altas que exigen impuestos más sensatos para los ricos y una multiplicación de la tasa Tobin, por ejemplo. Si el 80% del dinero está en esa nube ficticia, no hay solución posible. Hasta se dio la paradoja de bancos rescatados con dinero público que terminaron despidiendo gente, una locura? Todos sabemos que la seguridad social modélica que teníamos en España no volverá pronto, que la situación económica no mejorará ostensiblemente hasta 2020, por lo menos. El gobierno español, mientras tanto, les paga a empresas privadas para que gestionen más barato los mismos recursos y se queden con un 30% de ese dinero por la gestión. El resultado es tremendo: donde había veinte médicos, ahora hay diez. Los hospitales tiene enfermos en los pasillos y listas de espera larguísimas con gente que se muere sin poder ser atendida."

Al margen de esa mirada pesimista sobre la actualidad española, Imanol tiene motivos para celebraciones personales: además del estreno de la obra que produce, el reecuentro con viejos amigos, los de la película Tango feroz, que vio hace unos días antes de llegar a Buenos Aires: "Obviamente, me genera curiosidad la versión remasterizada, pero la revisé antes de venir para acá y comprobé que es una película que refleja muy bien el momento en el que yo estaba. Marcelo Piñeyro tiene una enorme capacidad para trabajar con los actores en el estado en el que están, sabe aprovechar los recursos con los que cuenta. Cuando se observa en el pasado, uno suele sentir que se quedó corto, que podía haber hecho más, pero no fue el caso. Es una película salvaje y enternecedora, poética. Y refleja situaciones que siguen teniendo vigencia: los marginados, el funcionamiento de algunas instituciones como el Hospital Borda, los manejos policiales? Vivo esto como una celebración. Está claro que a Piñeyro no le hace falta quedarse pegado a esta película porque tiene muchas otras estupendas".

Respecto de Absolutamente comprometidos, que se estrenará el jueves 18, señala que se trata de "una comedia maravillosa, trepidante que refleja la estupidez con la que nos comportamos frente al gran templo de la gastronomía". Fue él mismo el que escribió una carta para solicitar los derechos a una productora de Nueva York. "Y nos contestaron que sí, pero que teníamos que hacer un número determinado de funciones obligatoriamente -revela Arias-. Entonces pensamos que podíamos perder esos derechos porque estrenábamos en una sala pequeñita, sin hacer mucho ruido. Pero ya llevamos dos años haciéndola en España y hasta hemos podido desembarcar aquí".

Excusa perfecta, entonces, para planificar una futura estadía más larga, como Imanol desea hace mucho.

LOS OJOS DE LA INDIA, EN FOTOS

Irene Merixtell viajó a la India con el objetivo de trabajar en la foto fija del rodaje del telefilm Vicente Ferrer, pero el material que obtuvo en ese país asiático tan particular terminó convenciéndola de hacer algo más: "Llegué a España y tenía imágenes impresionantes de lo que sucede allí, de la pobreza, de la desigualdad que sufren muchas mujeres y muchos niños. Me pareció que la contundencia de esas imágenes podía servir para sensibilizar a gente que pudiera aportar ayuda". Y finalmente fue la propia Fundación Vicente Ferrer la que terminó sumándose a la causa. "El cura Ferrer logró sacar de la pobreza a cuatro millones de personas en su momento -apunta Imanol-. Tenía un sistema drástico, inamovible: ayudar siempre primero al que menos tiene. Porque cuando alguien no tiene nada parecería que no existiera. La filosofía de Ferrer era ésa: la única manera de ayudar es conociendo el problema que tiene la gente de muy cerca. Y bueno, de otro modo, con esta muestra, la idea es traer al menos algunos retazos de la India a la Argentina." Meritxtell asegura que cuando volvió a España tenía tantas fotos que entró en crisis: "Es que la mirada de los retratados es tan profunda y la luz del lugar tan hermosa que era difícil editar. Todo me parecía muy bueno. No hizo falta retocar nada, todas las fotos están como salieron de entrada". Imanol también hace hincapié en las miradas de los indios: "Lo que para mí reflejan esos ojos es que la India es el país más alejado de la vulgaridad de todo el planeta"..