Felipe VI ha jurado su cargo en el Congreso, que lo ha recibido con una gran ovación.
El nuevo monarca se ha comprometido a "escuchar, comprender, advertir y defender los derechos generales". Asimismo, se ha comprometido a "ser cauce entre todos los españoles".
Felipe IV ha arrancado su reinado con un importante discurso de enorme calado y muy pegado al terreno del contexto histórico de España. "En la España unida y diversa cabemos todos, todas las formas de sentirse español, porque los sentimientos no deben nunca enfrentar o dividir sino respetar y convivir", ha enfatizado en el hemiciclo del Congreso, ante diputados, senadores y altos dignatarios del Estado, entre ellos el presidente de la Generalitat de Cataluña,Artur Mas.
Además, ha declarado su "fe en la unidad de España", advirtiendo a sus señorías que "no es uniformidad", sino fruto de la "suma" de una "diversidad que nace de su historia y que nos debe fortalecer".
A las 10.47 Felipe VI juraba la Constitución, las leyes, los derechos de los ciudadanos y de las Comunidades Autónomas. Quedaba proclamado Rey de España. El Himno nacional precedía, con las Cortes Generales en pie, su primer gran discurso a la nación.
El recién proclamado Monarca ha anunciado "una Monarquía renovada para un tiempo nuevo" y ha prometido ilusión y lealtad a la Democracia en el ejercicio de su función. Y lo ha hecho, como exponente de su propia generación de españoles: "Afronto mi tarea con energía, con ilusión y con el espíritu abierto y renovador que inspira a los hombres y mujeres de mi generación".
"Creo en esta gran nación, la quiero y la admiro. A su destino me he sentido unido toda la vida", ha afirmado con emoción antes de rendir homenaje alRey Juan Carlos que, ha dicho, "quiso ser el Rey de todos los españoles y lo ha sido".
Felipe VI ha calificado de "irrenunciable" su "compromiso con los valores en los que descansa nuestra convivencia democrática" y ha asegurado que la Monarquía "debe seguir prestando un servicio fundamental a España". En este sentido, y siempre con el telón de fondo de las tensiones políticas y territoriales, el nuevo Rey ha proclamado la "independencia, neutralidad y vocación integradora" de la Corona, que le permitirá "contribuir a la estabilidad de nuestro sistema político" y "facilitar el equilibrio con los demás órganos constitucionales y territoriales".