l sitio chino de comprasonlineTaobao, que funciona desde el 10 de mayo de 2003, nació como una creación del Alibaba Group, del empresario Jack Ma. El rango de operaciones de Taobao abarca ventas tanto entre consumidores como entre empresas y consumidores, y durante los últimos 11 años tuvo un crecimiento exponencial.

Para 2013, ya tenía 500 millones de usuarios registrados y más de 60 millones de visitas por día. Con el 80% del mercado, lidera el comercio electrónico entre consumidores.

El imperio comercial de Jack Ma está transformando el estilo de vida del pueblo chino: sin salir de sus casas, pueden comprar prácticamente todo lo que necesitan, y a precios mucho más bajos que en los comercios tradicionales. En las ciudades de China, ya es moneda corriente ver a toda hora los camiones de entrega a domicilio frente a los edificios de departamentos.

El éxito de Taobao está relegando a los locales convencionales al mero rol de salón de exhibición. En los shoppings, las jóvenes pendientes de la moda se siguen probando ropa nueva incansablemente, como siempre, pero ya no la compran en el local. Vuelven a sus casas y compran a través de Taobao, sabiendo que encontrarán las mismas prendas, pero mucho más baratas.

A pesar de su éxito, sobre Taobao pesan acusaciones de vender artículos pirateados. En China, donde el mercado está normalmente inundado de imitaciones baratas, es poco realista esperar que en un sitio como ése no haya en venta mercadería falsificada. Y como tampoco faltan las imitaciones en los comercios, ni siquiera una serie de casos bien documentados de compras de falsificaciones en Taobao frenó el sostenido crecimiento de las ventas del sitio. A los consumidores chinos los enfurece el fraude, pero también están acostumbrados.

La omnipresencia de las imitaciones es indicador de un serio problema de la China actual: la ausencia de buena fe. En una sociedad en que la gente no confía en la integridad de los demás, uno de los factores clave que explica la rápida expansión de Taobao fue la introducción del mecanismo de pago en línea Alipay, en 2014, de la empresa madre Alibaba.

Alipay es una plataforma tercerizada independiente que ofrece un sistema de depósitos. Quien compra un producto en Taobao realiza el pago a Alipay. El vendedor comprueba que el comprador pagó, pero no puede acceder al dinero hasta que el cliente haya recibido, inspeccionado y aceptado satisfactoriamente la entrega. Sólo entonces Alipay hace la transferencia a la cuenta del vendedor.

Es más. Si tras inspeccionar el producto, el comprador comprueba que no es lo que quería, puede devolverlo. Alipay hace un reembolso a la cuenta del comprador.

Alipay, que tiene cerca de 300 millones de usuarios y concentra casi la mitad de todos los pagos en línea de China, ha logrado superar con éxito la crisis de confianza que antes desalentaba a los chinos a comprar por Internet. Pero al hacerlo, también ha dejado al descubierto la erosión de confianza que se vive en la sociedad china.

El gobierno siempre intenta transmitirle al pueblo chino la idea de que los problemas sociales no son resultado de sus políticas, sino del comportamiento de los habitantes. De hecho, el problema de fondo detrás de la falta de integridad moral de esta sociedad es que el gobierno mismo perdió credibilidad.

El gobierno chino persigue el crecimiento económico a como dé lugar. Pero, cuando la contaminación ambiental se les fue de las manos, las autoridades inmediatamente culparon a la industria, sin decir una palabra de su propia responsabilidad.

Cuando se piensa en el desarrollo de los acontecimientos en los últimos 30 años, vemos que las políticas del gobierno han cambiado constantemente de curso. Ayer alentaba lo que hoy reprime. Y lo que hoy reprime será alentado nuevamente mañana. O como dicen con picardía algunos foristas chinos, primero el gobierno alienta la prostitución y luego se da vuelta y promete una campaña de moralidad.

Ésta es mi propuesta: me gustaría pagar mis impuestos a través de Alipay. Luego, si el gobierno cumple con sus compromisos y recupera mi confianza, yo confirmaré que cumplió con su parte del acuerdo y liberaré el pago. Caso contrario, quiero mi dinero de vuelta. Todo.

Traducción de Jaime Arrambide

Fuente: La Nación