Los resultados de una encuesta sumaron motivos para la preocupación de los sectores de poder que vieron en la abdicación de Juan Carlos I la oportunidad de salvar el sistema de gobierno instaurado en la Constitución de 1978.
Pocos datos reflejan con más dramatismo la magnitud de la crisis que le toca enfrentar al príncipe Felipe de Borbón cuando asuma el trono: un 62 por ciento de los españoles está a favor de convocar en algún momento un referéndum para elegir entremonarquía y república .
Los resultados de una encuesta de la consultora Metroscopia, publicados ayer por el diario El País, sumaron motivos para la preocupación de los sectores de poder que vieron en la abdicación de Juan Carlos I la oportunidad de salvar el sistema de gobierno instaurado en la Constitución de 1978.
El sondeo -al igual que otros elaborados en los últimos días- entrega pistas que a simple vista parecen contradictorias. Por ejemplo, un 49% prefiere una monarquía encabezada por Felipe que una república en manos de una de las figuras actuales de la política (36%). Además, el futuro rey es calificado con una nota promedio de 7,3 sobre 10 y una gran mayoría apoya tanto la decisión como el momento de la abdicación de Juan Carlos.
"Una lectura de esos datos permite interpretar que la sociedad cree que el príncipe tiene que ganarse el trono -dice a LA NACION el presidente de Metroscopia, José Juan Toharia-. Por pragmatismo, hoy la mayoría apoya la sucesión y quiere que se haga bajo las reglas de la Constitución. Pero ya cuando se les pregunta en abstracto son más los que quisieran tener la oportunidad de votar entre monarquía y república".
El clamor por un referéndum salió a las calles de las grandes ciudades españolas desde el mismo lunes pasado, cuando el rey anunció su sorpresiva decisión de abdicar en su hijo 30 años menor.
Hubo manifestaciones casi a diario, algunas multitudinarias, convocadas sobre todo por Izquierda Unida (IU) y por la revelación de las últimas elecciones europeas, la plataforma Podemos.
Los partidos republicanos harán oír su reclamo en el debate parlamentario de pasado mañana en el que debe tratarse la ley orgánica que regulará la abdicación y permitirá que se proclame a Felipe (en una ceremonia prevista para el próximo jueves 19).
Será un grito testimonial, ya que el gobernante Partido Popular (PP) y la oposición socialista (sumada a varios partidos menores) tienen garantizados hasta el 90% de los votos en el Parlamento.
La revelación de que una mayoría de los españoles aprobaría la consulta sobre el modelo de gobierno es una alarma a futuro. En 2015 se renueva el Parlamento y, si se extrapolan los resultados de las elecciones europeas de hace dos semanas, podría haber un crecimiento exponencial de las fuerzas que defienden la república.
El desgaste de la monarquía se aceleró a partir de los escándalos de corrupción que afectaron a la familia real y las polémicas conductas personales en que incurrió Juan Carlos I en los últimos tres años.
Esa sensación se agiganta en los jóvenes: la encuesta de Metroscopia indica que el apoyo a un eventual referéndum crece hasta el 74% en la población de entre 18 y 34 años (los nacidos después de la Constitución de 1978).
También hay una mayoría clara a favor de la consulta entre los votantes del socialismo (68%), cuya dirección enfrenta un delicado recambio de autoridades después de fracasar de manera estrepitosa en las europeas.
Para el mayor partido de la oposición, este debate siempre fue un tabú. Aprobó de manera decidida el consenso de la transición democrática, pero nunca renunció a sus raíces republicanas.
De hecho, hace cuatro años el entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero frenó una reforma limitada de la Constitución para evitar que se escaparan esos fantasmas: sólo pretendía reformar el artículo que da preeminencia al hombre sobre la mujer en la sucesión del trono, pero temió que se convirtiera en una discusión general sobre la monarquía.
El líder saliente del socialismo, Alfredo Pérez Rubalcaba, cerró cualquier discusión interna y prometió el voto a favor del recambio borbónico, aun contra la opinión de varios de sus caciques regionales.
El tema del referéndum estará muy presente en el proceso de elección del jefe socialista que reemplazará a Rubalcaba el mes próximo. (La Nación)