Su alcalde y otras 35 personas quedaron bajo arresto por coimas en una megaobra
En un enésimo escándalo que sacude a Italia, quedó ayer bajo arresto el alcalde de Venecia, Giorgio Orsoni, junto a otras 35 personas -empresarios y políticos-, en el marco de una maxi investigación sobre un sistema de coimas para obtener licitaciones en la construcción del Mose, la faraónica obra de ingeniería que apunta a salvar a la ciudad de la laguna a través de diques móviles.
La primera piedra del Mose -término que significa modulo sperimentale elettromeccanico, pero con el cual también se quiso jugar con la figura bíblica de Moisés- fue colocada en 2003. Si bien la obra debía concluir en 2013, el proyecto se fue demorando debido a la crisis económica que hizo que el Estado fuera financiando con cuentagotas los 6300 millones de dólares del costo total.
Como también ocurrió hace pocas semanas, cuando salió a la luz otro escándalo de corrupción en torno a la Expo Universal que tendrá lugar en 2015 en Milán, fue la fiscalía de Venecia, junto a la policía financiera, quien destapó otra olla más que sucia. El escándalo conmocionó a la ciudad de las góndolas - a la que hoy debería haber llegado el vicepresidente argentino, Amado Boudou que finalmente canceló-, justo en momentos en que está por inaugurar su famosa Bienal de Arquitectura.
Las acusaciones contra las personas indagadas van desde delitos de tipo contable y fiscal hasta corrupción y financiamiento ilícito. El origen de la investigación bautizada por los medios italianos como la "Tangentópolis del Véneto" se remonta a tres años atrás, cuando comenzaron a indagarse fondos negros que Giorgio Baita, ex director de una empresa de construcción de las famosas barreras del Mose, enviaba al exterior. Baita fue arrestado en febrero pasado.
El nuevo escándalo involucra tanto a la centroizquierda, como a la derecha berlusconiana. El alcalde de Vencia, que obtuvo el arresto domiciliario, es de centroizquierda. Pero otros implicados, como Renato Chisso, asesor regional para las Infraestructuras y el ex presidente de la región del Véneto y ahora diputado, Giancarlo Galan, son de Forza Italia, el partido del ex premier, Silvio Berlusconi Según la fiscalía, desde 2005 a 2011 Galan habría recibido un sueldo anual de 1 millón de euros de parte de Giancarlo Mazzacurati, presidente del Consorcio Venecia Nueva, empresa involucrada en la realización del Mose.
No por nada el fiscal adjunto de Venecia, Carlo Nordio, definió la investigación "peor que Tangentópolis", el escándalo por financiamiento ilegal de los partidos que estalló en 1992 en Milán y que determinó la muerte de los partidos políticos tradicionales de Italia. Nordio precisó que el alcalde de Venecia no está acusado por corrupción sino por financiamiento ilícito a los partidos, ya que habría recibido un total de 400.000 euros en vista de las elecciones comunales del 2010.
En 711 páginas de sumario, la fiscalía denunció "fondos negros que fueron utilizados para campañas electorales y también para uso personal" por parte de personas de los dos bandos políticos italianos, es decir, de centroizquierda y de centroderecha. El fiscal jefe, Luigi Delpino, explicó que el sistema funcionaba a través de triangulaciones de dinero y fondos negros obtenidos a través de falsas facturas infladas, por un total de 25 millones de euros. (La Nación)