Gerardo Rozín, periodista, conductor y productor del programa que encabeza junto a Julieta Prandi regresa este sábado a la pantalla de Telefe. Resaltó que la fortaleza del programa está en "ser honesto y no traicionar al espectador".
"Me gustan los programas de televisión que dan al público lo que quiere comer. Por eso la potencia de `Gracias por venir...` está en su honestidad intelectual, en darle a la gente lo que vino a buscar y no algo distinto", describió Rozín sobre el envío que tendrá al músico Alejandro Lerner como primer homenajeado en vivo.
A tres años de su creación, "Gracias por venir, gracias por estar" fue mutando hasta convertirse en un híbrido que celebra la existencia de personajes de distintos ámbitos del espectáculo que hayan dejado alguna huella en su público.
Sin distinción de orígenes, trascendencias y legados, el ciclo que comenzó como un programa destinado a homenajear a grandes próceres de la fauna televisiva histórica, fue virando hacia un programa capaz de ir más allá. O más acá, si la vara para medir el volantazo fuese temporal.
"El programa ha ido evolucionando", sentenció Rozin invitado a hacer un repaso por las mutaciones del ciclo a través de los años.
"Pasar del tributo explícito a la historia de los tesoros de los invitados, con un formato de llaves que van develando sus secretos más íntimos, significó un cambio grande que se produjo en forma natural durante la emisión del programa", resaltó el también conductor de "Ganamos por abandono" (Radio América).
Hoy, lejos de ese envío armado mayoritariamente con material de archivo, el programa se convirtió en una suerte de mirilla televisiva hacia la intimidad de actores, actrices, cantantes y famosos de diversa calaña.
"Lo que elegimos mostrar ahora es que hay cosas en la vida de los personajes que también tienen que ver con la realidad de los espectadores. Nuestro espíritu es entrevistar gente como nosotros a la que le fue un poco mejor", comentó Rozín mientras apuraba una medialuna "para evitar que me vea Julieta y me rete”.
"Es que ya somos como un matrimonio: como primera medida, no tenemos relaciones sexuales", describió Rozín entre risas al describir su relación laboral con la modelo y conductora.
Es que en un comienzo, la dupla entre el autor de "La pregunta animal", ciclo de entrevistas en carne viva, y la actriz que interpretó el sketch de "la nena" en "Poné a Francella", llamó la atención de los televidentes.
Hoy, afianzados como un dúo capaz de complementarse y alentados por la zanahoria de haber logrado reunir a la familia frente al televisor un sábado por la noche, Rozín y Prandi reafirmaron que "siempre hay alguien para decirle gracias".
En un momento donde el ritmo de la pantalla chica pareciera exigir cada vez menos profundidad y más vértigo, este envío intentará seguir apostando a los silencios, las emociones y la charla amable, muy poco en boga por estos días.
"Honestamente, la vara del éxito en un canal importante como Telefé, es que tenés que ganar casi siempre", se sinceró Rozín.
"Igual -contó- hemos tenido competencias muy fuertes y tenemos siempre un problema serio en nuestro horario que es la presencia del fútbol y a pesar de su público cautivo nos ha ido muy bien".
Por último, consultado sobre el éxito de una buena entrevista Rozín contestó, taxativo, que radica en "aprender a correrse del centro".
"Lo más importante es entender lo que el programa necesita y no lo que vos necesitás del entrevistado; que la entrevista esté al servicio del programa y no al revés. Igual, el humor siempre se me escapa y arruino todo. Eso no lo puedo manejar en ningún aspecto de la vida", concluyó. (Fuente:Télam.com)