Otros tres guías permanecían desaparecidos y las cuadrillas trabajaban con rapidez para encontrarlos antes de un posible deterioro del tiempo, dijo Maddhu Sunan Burlakoti, jefe del departamento de alpinismo del gobierno nepalí.
Los equipos de búsqueda recuperaron el sábado el décimo tercer cadáver de la nieve y el hielo que cubre un peligroso paso alpinista en el Monte Everest, donde una avalancha la víspera barrió con un grupo de guías sherpa, el desastre más mortífero en el pico más alto del mundo.
Otros tres guías permanecían desaparecidos y las cuadrillas trabajaban con rapidez para encontrarlos antes de un posible deterioro del tiempo, dijo Maddhu Sunan Burlakoti, jefe del departamento de alpinismo del gobierno nepalí.
Sin embargo, los arduos esfuerzos implicaban hacer pruebas de resistencia de la nieve recién caída y el uso de cuerdas, abrazaderas y escaleras de aluminio adicionales para explorar una zona inestable.
La avalancha ocurrió alrededor de las 6:30 de la mañana del viernes en un paso alpinista estrecho conocido como el "campo de palomitas de maíz" por sus trozos de hielo.
Los alrededor de 25 guías sherpa eran las primeras personas que ascendían en esta temporada para cavar caminos y fijar cuerdas para que las utilizaran sus clientes extranjeros en su intento por llegar a la cumbre a partir del mes próximo.
Uno de los sobrevivientes dijo a sus familiares que el camino lucía inestable justo antes del alud de nieve a una altura de unos 5.800 metros (19.000 pies). La zona es considerada especialmente peligrosa debido a su fuerte pendiente y profundas grietas que atraviesan la nieve y el hielo que cubren el paso.
Tan pronto se produjo la avalancha, los rescatistas, guías y montañistas se apresuraron a ayudar, y toda otra escalada se suspendió.
Siete de los 12 cadáveres recuperados el viernes ya fueron entregados a sus familias en la región del Everest, mientras que los otros cinco fueron llevados a Katmandú, la capital de Nepal.
Cuatro sobrevivientes estaban conscientes y recibían atención en las unidades de cuidados intensivos de varios hospitales de Katmandú, con costillas rotas, miembros fracturados, pulmones perforados y abrasiones en la piel, informó el doctor C.R. Pandey, del Hospital Grande.
Otros fueron atendidos por lesiones menos graves en el campamento base del Everest.