El papa Francisco sostuvo que "nuestro nombre, nuestra identidad, no pueden ser un número de cuenta en el banco", y expresó que quien confía sólo en sí mismo y en las riquezas "está destinado a la infelicidad".
Así lo expresó en la homilía de la misa que celebra todas las mañanas en la capilla de la Casa Santa Marta, donde reside en el Vaticano.
Según refirió Radio Vaticana, el papa argentino dijo que a veces el hombre se encierra en sí mismo "sin horizontes, sin puertas abiertas, sin ventanas" y, de esta manera, "no tendrá salvación, no se puede salvar a sí mismo".
"Esta es la maldición más fuerte de quien confía en sí mismo o en las fuerzas, en las posibilidades de los hombres y no en Dios: perder el nombre. ¿Cómo te llamas? Cuenta número tal, en el banco tal. ¿Cómo te llamas? Tantas propiedades, casas, muchas... ¿Cómo te llamas? Las cosas que tenemos, los ídolos. Y confías en eso, y este hombre es maldito", dijo.
Observó que "todos nosotros tenemos esta debilidad, esta fragilidad de poner nuestras esperanzas en nosotros mismos o en los amigos o en las posibilidades humanas solamente, y nos olvidamos del Señor. Y esto nos lleva por el camino de la infelicidad".
"Si algunos de nosotros en la vida, de tanto tener confianza en el hombre y en nosotros mismos terminamos por perder el nombre, por perder esta dignidad, entonces existe la posibilidad de decir esta palabra que es más que mágica, es más, es fuerte: `Padre`. El siempre nos espera para abrir una puerta que nosotros no vemos y nos dirá: `Hijo`", concluyó Francisco.