Jueces, políticos y especialistas, contra la suspensión del fiscal.
La situación que atraviesa el fiscal José María Campagnoli, suspendido por investigar a Lázaro Báez, le puede pasar a cualquier otro fiscal o juez. Defender a Campagnoli, hoy, esdefender la independencia judicial. Ésa fue, en pocas palabras, la conclusión de la Mesa de Diálogo que organizó la ONG Será Justicia y que se realizó ayer en el Teatro General San Martín.
La Sala Casacuberta desbordaba de gente, que estalló en aplausos cuando el abogado de Campagnoli, Ignacio Irigaray, fue entrevistado por el periodista Nelson Castro.
Entre los oradores del encuentro también estaban Juan Arocena, presidente de Será Justicia; Juan Curuchet, vicepresidente del Banco Ciudad; el ex fiscal Pablo Lanusse; Daniel Ostropolsky y Ricardo Recondo, dos miembros del Consejo de la Magistratura que son independientes del Gobierno; el abogado Fernando Frávega; el constitucionalista Daniel Sabsay; el ex diputado Ricardo Gil Lavedra (UCR), y los periodistas Adrián Ventura y Clara Mariño.
Campagnoli no estuvo presente, pero sí sus familiares, y entre el público había importantes abogados de los principales estudios jurídicos de la Argentina y también estaba el ex fiscal de la Cámara del Crimen Norberto Quantin, que fue un funcionario implacable.
Luego de que Curuchet y Arocena apelaron a la "responsabilidad" de todos para construir un mejor Poder Judicial, Gil Lavedra, que fue uno de los camaristas que condenaron a las juntas militares, hizo un diagnóstico completo sobre los magros resultados de ese poder estatal: "El sistema de enjuiciamiento es lento, pesado, y facilita que los casos de corrupción más complejos nunca lleguen a la etapa de juicio oral", a la vez que reclamó que la Justicia implemente "un sistema de rendición de cuentas, para que el pueblo pueda saber si sus integrantes trabajan adecuadamente o no".
Sabsay aseguró que "luego de 30 años de democracia, el Poder Judicial está en déficit", y fue muy crítico con el desempeño del Consejo de la Magistratura, mientras que Ostropolsky, uno de los integrantes del organismo, dijo que la presencia de los miembros independientes sirvió para "frenar varios avances del Poder Ejecutivo" y recordó que la Corte frenó las leyes que había impulsado el kirchnerismo para reformar la Justicia.
Mariño aseguró que la situación de Campagnoli es una prueba del "autoritarismo". En efecto, el suspendido fiscal, que fue quien desentrañó una madeja de 150 sociedades offshore de Báez que el empresario usa para lavar dinero, en breve enfrentará un jurado de enjuiciamiento integrado por una mayoría de miembros kirchneristas que lo pueden remover de su cargo.
Pero el público lo que más celebró fue la entrevista con el abogado de Campagnoli. "Al Gobierno no sólo le interesa salvar a Lázaro Báez, sino también echar a Campagnoli, para que él no salga indemne, y, además, otros jueces y fiscales sufran un escarmiento", consideró Irigaray. (Fuente:lanación.com)