Un discurso más respetuoso pero aún bien alejado de la realidad. El grueso del arco político opositor coincidió ayer en celebrar que Cristina, al inaugurar las sesiones ordinarias del Congreso, se mostró más moderada en el tono que años anteriores, aunque cuestionó que evitara hablar de la “crisis” que atraviesa el país.

“Fue un discurso respetuoso, pero con mucha revisión y poco eje en el futuro ”, indicó el líder del Frente Renovador Sergio Massa, uno de los que acaparó las mayores miradas. “Los argentinos necesitamos saber cómo va a ser el futuro. La inflación y la devaluación están destruyendo salarios y jubilaciones y erosionando a la clase media”, argumentó. Desde el massismo, también se sumaron otras voces críticas. Si bien reconoció que Cristina “estuvo amable”, Felipe Solá advirtió que “escamoteó los problemas de la gente” porque “no puede hablar de las cosas que están mal, como el salario y la seguridad ciudadana”. Y Darío Giustozzi indicó que “esperaba otra cosa, como la presentación de un plan económico integral y sustentable”.

Mientras, los referentes del radicalismo, al que la Presidenta realizó algunos guiños durante su discurso, se pronunciaron en una línea similar. El senador y titular del Comité Nacional, Ernesto Sanz, aseveró que Cristina “ negó la realidad y los serios problemas que enfrenta la Argentina”. Otro presidenciable, el diputado Julio Cobos, apuntó que “ no habló de devaluación y de la inflación, y no dijo ni una palabra del déficit energético”. Mientras, Gerardo Morales y Mario Negri, jefes de los senadores y diputados, consideraron que “escondió la realidad con los logros del pasado y no dijo cuál es el plan para afrontar la crisis”.

Desde la centroizquierda, que se vio disminuida por las ausencias con aviso de Elisa Carrió y Fernando “Pino” Solanas, el líder socialista Hermes Binner lamentó que Cristina omitiera referirse a “temas centrales como la inflación, la desigualdad, la crisis energética, el narcotráfico y la inseguridad”. En tanto, la titular del GEN en Diputados, Margarita Stolbizer, se mostró “indignada”porque ignoró el “drama social”. “Más de 10 millones de personas viven en la pobreza, sin cloacas ni agua potable y sigue hablando de inclusión social”, cuestionó. Y Victoria Donda (Libres del Sur) ironizó, al remarcar que la Presidenta habló “de un país en el que no vivimos ”.

Desde el PRO, otro de los espacios a los que la Presidenta envió señales positivas, también hubo críticas. El jefe de los diputados, Federico Pinedo, dijo que “fue un discurso del pasado, que poco tiene que ver con la realidad”. Y la senadora Gabriela Michetti afirmó que “sigue sin reconocer los problemas grandes que tiene el país: como la inseguridad, la inflación y el narcotráfico ”.