José María Núñez Carmona, íntimo amigo y socio del vicepresidente Amado Boudou, fue quien negoció la adquisición de la imprenta Ciccone y presionó para que se concretara, según declaró ayer la hija de uno de los fundadores de la fábrica de billetes, Silvia Ciccone.

Su testimonio coincide con las declaraciones de otros miembros de su familia que, citados por la Justicia, apuntaron contra Boudou: lo acusaron de haber sido quien, desde las sombras, promovió el salvataje de la empresa familiar con el fin de apropiársela. Boudou, en cambio, niega haber estado detrás de la operación; dice que jamás participó de reuniones con los Ciccone, y que no delegó en Núñez Carmona gestión alguna.

Ayer, Silvia Ciccone sostuvo lo contrario. Ante el juez Ariel Lijo, confirmó que su padre, que falleció, le había contado que Boudou se había reunido con él en el bar I Fresh Market de Puerto Madero; que el vicepresidente le dijo que pidiera lo que quisiera, y que delegó los trámites en Núñez Carmona. Además, ella le relató al juez otros cinco encuentros con el socio de Boudou. En uno de ellos, afirmó, él ejerció sobre ella una "gran presión" para que se desprendiera de sus acciones (Silvia Ciccone era titular del 7,5 por ciento de la empresa).

"¿Por qué dice que sentía una «gran presión» de Núñez Carmona?", le preguntó ayer Lijo. "Porque verbalmente me decía «firmá, firmá, firmá»", le respondió Silvia Ciccone.

Además, en su declaración, afirmó que el día que conoció a Núñez Carmona, en el lobby del hotel Hilton, él "hablaba de todos los posibles negocios" que podrían hacerse con la empresa. "Hablaba de la impresión de papel moneda, de la confección de chapas patente y no recuerdo otros en este momento", dijo. Los billetes y las patentes son negocios que tienen como contraparte al Estado.

Fuentes judiciales dijeron a LA NACION que el relato de esta integrante de la familia Ciccone tiene un valor adicional: es, desde lo formal, la declaración de una persona ajena a la causa. Los otros familiares que declararon están imputados; el fiscal los considera acusados y pidió sus indagatorias.

Ayer, después de la primera respuesta de Silvia Ciccone, el abogado de Boudou Diego Pirota pidió que se suspendiera la declaración. Sostuvo que ella estaba en una situación similar a la de los imputados, que lo que estaba contando coincidía con lo que el fiscal sostiene que son presuntos hechos delictivos y que podría estar "autoincriminándose".

El juez no hizo lugar a este planteo y siguió adelante con la declaración. Lijo discrepa con el fiscal. Para el juez, los Ciccone son testigos en este caso. Silvia, soltera, de 56 años, es hija de Héctor Ciccone y hermana de Graciela, que declaró en el juzgado el martes pasado y presentó un documento firmado por su padre en 2012 donde él relataba su encuentro con Boudou.

La declaración de ayer fue breve. Silvia Ciccone contó distintas reuniones de las que ella participó vinculadas con el traspaso de la imprenta; dos en el Hilton, una en la casa de Guillermo Reinwick, marido de una de sus primas; otras, en oficinas porteñas. En la última -relató- no estaba presente Núñez Carmona, sino Alejandro Vandenbroele, el presidente de The Old Fund, el fondo que se había convertido en controlante de la nueva Ciccone. Vandenbroele es el ex marido de Laura Muñoz, que lo acusó de ser "testaferro" de Boudou.

Silvia Ciccone dijo ayer que Vandenbroele no tomaba las decisiones. "Como Vandenbroele nunca resolvía nada, pedimos hablar con Núñez Carmona", relató. El problema era entonces que había aparecido una solicitada firmada por Reinwick donde él decía que era el socio controlante de The Old Fund y esto había generado -contó ayer Silvia Ciccone- "un gran conflicto familiar".

"Pero Núñez Carmona no quería ir a las oficinas de The Old Fund. Y la última vez que lo vi a Núñez Carmona fue cuando nos recibió en una oficina, también en Puerto Madero, en una empresa de publicidad", declaró. "¿Recuerda el nombre de la empresa?", le preguntó el juez, según el acta de la declaración. "Sí, creo que era una sigla como SWM."

WSM es otra empresa ligada al entorno de Boudou. Sus socios fundadores son Núñez Carmona y Luis Scolari. Entre otros vínculos, el vicepresidente compartió con ambos la titularidad de una cuenta corriente del banco HSBC. WSM también creció gracias al Estado. Según datos oficiales, sólo en el primer semestre de 2012, recibió $ 5 millones en ingresos por publicidad oficial.

Por: Paz Rodríguez Niell  | LA NACION