Lo hizo en respuesta a una medida similar tomada la semana pasada por el gobierno del presidente Nicolás Maduro antes de detener al opositor Leopoldo López.
Los primeros secretarios de embajada Ignacio Cajal y Víctor Pisani, así como el segundo secretario Marcos García Figueredo, fueron declarados "personas no gratas" y emplazados a retirarse de Estados Unidos en 48 horas, informó un vocero del Departamento de Estado.
La decisión de la administración de Barack Obama se conoció ocho días después de que Maduro expulsara a tres funcionarios de la embajada estadounidense en Caracas, tras acusarlos de promover a grupos violentos en universidades venezolanas.
El portavoz del Departamento de Estado señaló que la medida fue adoptada "en respuesta a la decisión del gobierno de Venezuela de declarar a tres funcionarios del servicio exterior (de Estados Unidos) personas no gratas".
Días antes, el gobierno estadounidense había calificado de "falsas e infundadas" las acusaciones de Maduro y había dejado saber que luego de analizar distintas alternativas, tomaría medidas al respecto.
Para efectivizar la expulsión de los diplomáticos sudamericanos, la cancillería norteamericana hizo mención al artículo 9 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. Dicho documento le permite a Estados Unidos "declarar persona no grata a cualquier miembro de una misión diplomática, en cualquier momento y sin la necesidad de declarar una razón".
La medida se conoció horas después de que Maduro anunciara que designó un embajador en Washington después de cuatro años. "Yo nombré embajador en los Estados Unidos para entablar el diálogo porque ellos piensan que nos estamos matando y que no podemos salir a la calle", dijo Maduro anoche, durante la reunión del Consejo Federal de Gobierno.
El mandatario indicó que el canciller, Elías Jaua, revelaría hoy el nombre del nuevo embajador. "Quiero un diálogo entre iguales, vamos a ver qué pasa; pidamos el plácet al gobierno de los Estados Unidos para que tengamos allá nuestro embajador, para fortalecer nuestra embajada y la capacidad de diálogo con la sociedad estadounidense", agregó Maduro.
"Yo no acepto a ningún imperio que me dé órdenes, dictámenes y que se meta en los asuntos internos, yo quiero diálogo con los Estados Unidos porque quiero paz", subrayó.
Venezuela no tiene embajador en Washington ni Estados Unidos en Caracas desde 2010, cuando el entonces presidente venezolano, Hugo Chávez, expulsó al representante estadounidense y la Casa Blanca respondió con una medida similar.
La de la semana pasada fue la tercera vez en menos de un año en que Maduro expulsó a diplomáticos estadounidenses y Washington adoptó medidas similares en reciprocidad.
El 5 de marzo pasado, horas antes de anunciar la muerte de Chávez, Maduro echó al agregado aeronáutico y a su ayudante, a quienes acusó de conspiración, y el 30 de septiembre hizo lo mismo
con la encargada de negocios y otros dos funcionarios, a los que imputó participación en "planes de saboteo al sistema eléctrico y económico" de Venezuela.