Lilian Jaule, Directora del Centro de Adicciones de la Secretaria de Salud de Río Cuarto dialogó con LV16 acerca del tema de las drogas, luego de que estallara en Buenos Aires una ola de muertes y personas afectadas por la cocaína envenenada.  

“La sorpresa de lo de Buenos Aires se dio por lo grupal y en un día. A nivel de nuestra ciudad si uno revisa los datos a nivel del Hospital provincial tenemos todos los fines de semana personas que ingresan por intoxicaciones por sustancias.
Es permanente en las guardias hospitalarias, situaciones parecidas, quizás no al punto de la muerte, pero graves. La cocaína siempre es la vedete en una franja etaria de 20 a 30 años y luego el alcohol acompañado con psicofármacos u otras sustancias” comentó Lilian Jaule.

La especialista manifestó que se habla de la adicción como enfermedad, “por lo que la tolerancia empieza a exigir nuevas sustancias”.

Comentó que hay muchos jóvenes youtubers que sugieren y programan experiencias con sustancias y agregó que hoy hay disponibilidad de acceso a las mismas.

“Hablamos de una enfermedad que no tiene límites y exige corporal, neurológica y clínicamente la ingesta nuevamente de una sustancia, y esto es para que el cuerpo tenga situaciones placenteras, logradas a través de las sustancias. Quienes no consumimos tenemos la tolerancia a la frustración, para el adicto no encuentra otra puerta posible más que a través de las sustancias”.

En relación a la violencia producto de las drogas, Jaule comentó que “es más que preocupante la situación, y está íntimamente relacionado con la violencia. La justicia exige tratamientos para que las personas se puedan volver a contactar con sus familias a causa del consumo. Las sustancias provocan, dentro del sistema familiar, violencia y el consumo puede llevar a situaciones extremas”.

Lilian Jaule comentó que lamentablemente en las últimas semanas han tenido consultas sobre púberes de 13 y 14 años que han probado cocaína y además consumen alcohol y marihuana, “que parece naturalizado socialmente y se consume abusivamente, lo que puede ser la puerta de entrada de otras sustancias. Los jóvenes quieren probar lo que les pasa con el consumir sustancias y muchas veces cuando no está la marihuana, se utiliza el alcohol con otros psicofármacos de venta libre para experimentar nuevas sensaciones”.

Jaule analizó que estas situaciones están muy relacionada con el contexto familiar, que incide mucho, “se nota que hay mucho abandono con la puesta de límites, con la comunicación y hay padres que consumen o que la droga es parte del sostén de la familia”.

La especialista apeló que no se naturalicen las conductas relacionadas con el alcohol y la marihuana.

Respecto a las drogas sintéticas comentó que las mismas responden a una clase social, “son costosas, pero se da en ciertas clases sociales y eventos, sin embargo no es un consumo normalizado, sino que se da en fiestas, eventos musicales, pero no nos preocupa como consumo natural. La vedete sigue siendo la cocaína, y siguen el alcohol y la marihuana”.



Informe16