"Antes de este brote de contagios que se inició hace unas semanas, uno tenía una mínima esperanza de comenzar a entrenar y jugar un torneo este 2020, pero por toda esta situación ya nos veíamos venir la determinación de que no haya fútbol. En lo personal es un bajón anímico grande porque estoy transitando los últimos años de mi carrera pero hay que priorizar la salud y la decisión que se tomó fue la más lógica", comentó el jugador.
Y agregó: "Hay que seguir entrenando y mantenernos en forma para que cuando se reanude no nos cuente tanto desde lo físico comenzar la nueva temporada. Nos debemos hacer fuertes de la cabeza y buscar una motivación propia".
"Con la gente de San Martín he hablado hace un tiempo cuando comenzó todo esto allá por el mes de marzo, pero después no recibí el llamado de ningún dirigente ni para preguntarme como estaba. Más cerca de fin de año veré que propuestas me llegan, las analizaré y decidiré lo mejor para mí", finalizó Di Santo.