En enero de este año Kim Kardashian (41) confirmó que con su marido Kanye West (38) estaban en la dulce espera de su cuarto hijo, que al igual que su tercera hija Chicago West (1) fue concebido por vientre de alquiler. “Está aquí y es perfecto”, había twitteado el 10 de mayo y una semana después confesó que al bebé recién nacido lo llamaron Psalm West.
La mediática estadounidense aprovechó el Día de la Madre que se celebra en ese país para compartir en Instagram un mensaje que le mandó su marido, con la foto de su hijo y que ella hizo público con el nombre de Psalm West, que en inglés significa “Salmo” y que sigue la misma línea de nombres peculiares que llevan sus otros hijos como North West (5) y Saint West (3).
"Parece un hermano gemelo de Chicago. Estoy segura de que cambiará pero ahora se parece muchísimo a ella", pormenorizó, desde Twitter. Según trascendió, la pareja utilizó un embrión fertilizado que tenían de su tercer embarazo y la mujer que dio a luz a su cuarto hijo fue la misma que la de la anterior.
En 2016 Kim Kardashian relató que sus médicos la diagnosticaron con placenta acumulada, lo que pondría en riesgo su vida al momento de dar a luz y el motivo por el que decidió seguir agrandando su familia a través de una subrogación de vientre.