Luego del estreno de El Potro, lo mejor del amor, comenzaron a conocerse aspectos hasta antes desconocidos sobre la vida de Rodrigo Bueno. Entre todas las repercusiones, en los últimos días comenzó a decirse que el cuartetero había tenido otro hijo, fruto de una relación anterior a Patricia Pacheco, con quien se convirtió en padre de Ramiro Bueno, de 21 años.
El joven señalado como el presunto hijo del ídolo fallecido en el 2000 es Alejandro Nicolás Bueno, un cordobés de 24 años.
"No soy hijo de Rodrigo: soy otra persona. Nada que ver con los Bueno de la familia del cantante (oriundos de la Ciudad de Córdoba); soy Bueno de Río Cuarto", dijo Alejandro, quien de chico solía escuchar al cantante.
¿Por qué Alejandro, como el segundo nombre del Potro? Lo eligió su papá, de apellido Bueno, casualmente por su fanatismo por el cuartetero. "Es más, mi primo se llama Rodrigo Alejandro, también por él, pero nada que ver. No soy. Pero si me quieren dar herencia, ¡no hay problema!", bromeó como buen cordobés.
Actualmente Alejandro trabaja en una heladería y está a punto de recibirse de Analista de Sistemas. Nació el 28 de septiembre de 1994 en Río Cuarto y a sus 11 años su familia se mudó a Sampacho, una ciudad ubicada a 250 kilómetros de la capital de la provincia.
Cuando comenzaron a sonar los rumores sobre un presunto hijo del Potro, la mamá del ídolo, Beatriz Olave, declaró a Intrusos: "Una chica que acompañó a Rodrigo, porque había que reconocer el cuerpo de mi esposo (Eduardo Pichín Bueno), se contactó conmigo y me dijo que cuando Ro llegó, le tomó las manos a su papá y le dijo: ’Te vas ahora que vas a ser abuelo’. No me lo contó antes porque esperaba que apareciera la persona para decírmelo".
Sin embargo, la anécdota que Betty narró no guarda relación con Alejandro, quien nació en julio de 1994, es decir, 14 meses después de que muriera Pichín.
Paralelamente Olave recordó que hace dos años un joven se le acercó a Flavio (hermano de Rodrigo), y le dijo que era su sobrino. En ese momento intercambiaron teléfonos, pero desde ese día ella no supo nada más.