Es la historia de Maria Crider, una mujer que con 27 años, en octubre del año pasado, se encontró un bulto en el pecho, nueve meses después del nacimiento de su primer hijo Liam.
Una ecografía y luego una biopsia confirmaron el diagnóstico: cáncer de mama en estadio III. Pero eso no fue todo. Al mismo tiempo, se enteró que estaba embarazada de 11 semanas de su tercer hijo, Logan.
La mejor y la peor de las noticias
No hay noticia más bonita que saber que estás esperando un bebé, pero cuando a la vez se recibe una noticia tan dura como el diagnóstico de un cáncer, la alegría se eclipsa.
Los médicos les dijeron que era seguro comenzar su tratamiento contra el cáncer durante el segundo y tercer trimestre de su embarazo, y siguieron sus recomendaciones. Pero aún así, el temor de que pudiera afectar al bebé la llenaba de incertidumbre.
Así vivió su embarazo: con mucho miedo, pero sin perder las esperanzas. Se sometió a cirugías, 16 tratamientos de quimioterapia y 28 sesiones de radiación mientras esperaba la llegada de su bebé.
"Pude lidiar con el dolor, las náuseas, el agotamiento y la sensación general de miseria, pero la ansiedad por el bienestar de Logan y mi pronóstico fue la peor sensación".
Mientras ella recibía tratamiento, un amigo etiquetó a María en una publicación de Facebook anunciando un sorteo para una sesión de fotografía de nacimiento con la fotógrafa profesional, Bonnie Hussey.
La madre decidió participar en el sorteo, así que le envió un mensaje a Bonnie contándole su historia y fue la elegida para la preciosa sesión de fotos que podéis ver a continuación.
Logan nació el pasado abril y su llegada fue muy emotiva por todo lo que habían vivido durante el embarazo. Lo que más deseaban era abrazarlo y comprobar que había nacido sano y que el tratamiento no le había afectado.
"Lloré tan fuerte cuando nació. Me sentí aliviada de que él fuera perfecto, tal como debía ser".
Lactancia materna con un solo pecho
Como se puede ver en las fotos, a Maria se le ha extirpado la mama izquierda, pero estaba decidida a amamantar a su bebé y lo hace con un solo pecho. Cuando esto sucede, el pecho se adapta a los requerimientos del bebé regulando su producción para suplir la mama que no está.
Logan tiene ahora siete meses y ha empezado a gatear por toda la casa. Crece sano y feliz en compañía de sus dos hermanos mayores Tristan, de cinco y Liam, de dos años.
Por su parte, la madre ha terminado con sus tratamientos de quimioterapia y radiación y en los próximos meses se someterá a una cirugía de reconstrucción de mama. Confiesa que su familia le da fuerzas: "Mi consejo para cualquiera que esté pasando por esto es construir su sistema de apoyo: cónyuge, familia, amigos. ¡Amo a mi tribu!"