La siesta tiene numerosos defensores acérrimos y no necesitan de muchos argumentos para disfrutar del sueño de Morfeo también durante el día. Sin embargo, la ciencia se ha esforzado en investigar si este sueño diurno es tan beneficioso para nuestra salud - y nuestras capacidades cognitivas - como la creencia popular dice.
Una reciente investigación trae buenas noticias para todos y es que según sus conclusiones, echar la siesta durante un corto periodo puede ayudarnos a procesar información inconsciente que nos ayude, por ejemplo, a la hora de tomar una decisión. La expresión "consultarlo con la almohada" nunca tuvo más sentido que ahora mismo".
Para llevar a cabo esta contaron con 16 participantes de edades variadas pero que todos estuvieran saludables. Estos participantes llevaron acabo dos tareas: la enmascarada y la tarea control. En esta los participantes simplemente respondían cuando veían un cuadrado rojo o uno azul. Los participantes practicaban esta tarea varias veces y después o bien se quedaban despiertos o bien dormía una siesta de unos 90 minutos antes de volver a hacer la tarea.
Los investigadores utilizaron un aparato de electroencefalografía con la conseguían grabar la actividad eléctrica del cerebro. Gracias a este aparato pudieron medir los cambios en el cerebro al realizar la actividad antes y después de la siesta.
En los resultados encontraron que las personas que dormían - al contrario de quienes se mantenían despiertos todo el rato - mostraban una mejora en la velocidad de procesamiento en la tarea enmascarada, pero no en la tarea control. Esto les hizo llegar a la conclusión de que dormir ayudaba a mejorar el procesamiento de la información subconsciente. Los resultados sugieren que es posible que la información que adquirimos mientras estamos despiertos podría procesarse de una manera más profunda durante el sueño.
En cualquier caso, a la hora de analizar estos resultados debemos tener en cuenta que la muestra es muy pequeña por lo que resulta difícil poder generalizar estos resultados a toda la población a pesar de la variedad de edades entre los participantes. Debemos esperar a que realicen nuevas investigaciones con más participantes, pero por el momento siempre podemos poner como excusa la necesidad de procesar mejor la información para echarnos una siestecita.