Eugenia López podría haberle dicho a Carlos Duarte que no estaban buscando empleado y la charla podría haber terminado ahí. En cambio le pidió un curriculum vitae, le ofreció una hoja para que escribiera sus datos y después
compartió en las redes sociales la historia del chico de 21 años al que definió como "este joven bien educado que esperó su turno para que lo atienda con tranquilidad". Él la describe como una mujer "de gran corazón" y tres días después de que se conociera su historia se ríe con contagiosas ganas porque está "re contento" y arrastra la "r" como si fuera una "y".
Carlos, que gastó un cuaderno entero de currículum escritos a mano, está feliz. Tuvo una entrevista laboral. "Me encanta el trabajo", repite varias veces con entusiasmo, aunque no sabe exactamente qué hará pero sí que la fábrica de vidrios en la que le ofrecieron empleo tiene turnos rotativos, pagan por quincena y en blanco. "No hay drama", lo que sea que haga le va a gustar, agrega, y confiesa que todavía no pudo avisarle a su abuela que hoy tuvo una entrevista laboral y mañana hará los exámenes médicos, el preocupacional. "No tengo ni siquiera crédito", revela, y otra vez se ríe mientras explica que dejó a su familia en Marcos Juárez porque ahí tampoco tenía trabajo y por esa razón se mudó a la casa de una tía en un barrio de Córdoba capital.
Su historia se hizo pública el viernes pasado por la tarde, 21 de septiembre, después de que tras horas de caminar entrara a un local comercial. Carlos le preguntó a Eugenia si tomaban gente, ella le dijo que no pero aun así le pidió su CV.
"Lo que pasa es que no tengo ni para imprimir", respondió él, y ella le ofreció asiento, le dijo que no se preocupara y le quiso prestar una hoja. "No, yo traje un cuadernito y lapicera, gracias", respondió el hincha de Belgrano de Córdoba que con letra prolija escribió su número de documento, su experiencia laboral (mozo, asesor en concesionaria y albañil), su número de celular y una disculpa por la forma de presentar la solicitud de empleo, igual a la que ya había dejado en muchos lugares.
Cuando Carlos se cruzó con Eugenia, "ya llevaba gastado casi un cuaderno completo", le contó a Infobae por teléfono desde Córdoba. Hace cuatro meses que está sin trabajo y que busca con intensidad. "Esta última semana estuve muy activo, me levantaba pensando que no podía seguir así, pero salía con ganas, me daba motivación", continúa riéndose como si la situación no le pesara.
Eugenia no supo en ese momento que Carlos no tenía plata no solo para imprimir un CV sino tampoco para cargar la tarjeta RedBus y viajar. Aun así estaba emocionada y transmitió su impresión en las redes sociales. La historia, ya se sabe, se volvió viral.
El fin de semana un funcionario del municipio, colaborador estrecho de Ramón Mestre, leyó la historia que contó Eugenia en la red Instagram, vio la foto de la hoja con el número de celular y decidió llamar a Carlos. Desde Estados Unidos, adonde viajó becado para hacer un curso de sistemas electorales, el secretario de Modernización, Comunicación y Desarrollo Estratégico, Marcelo Cossar, se comunicó con el chico del CV escrito a mano y le propuso que el lunes a la mañana se acercara a la Dirección de Empleo y charlara con Nicolás Casado. Mientras tanto Cossar hizo otro llamado, a Lorena Piazze, presidenta de Voces Vitales Argentina y empresaria, y le contó el caso. Carlos recibía en paralelo decenas de llamados de periodistas para que contara su historia. Eugenia también.
Finalmente esta mañana, mientras la joven empresaria consultaba con su equipo sobre las posibilidades de ofrecer un puesto a Carlos en Vidrios Piazze, el director de Empleo de la municipalidad de Córdoba lo recibía y le entregaba una tarjeta de colectivo con $200 de crédito para movilizarse. La municipalidad, contaron a Infobae, no ofrece empleo público, pero cuando Mestre fue por su reelección lanzó el programa "Sí Sí" en contraposición a los "Ni Ni", jóvenes que no estudian ni trabajan. Desde el programa ofrecen capacitación, prácticas laborales e intermediación.
"Hace cuatro meses estaba sin trabajo y estaba en una situación muy complicada" contó Carlos, que feliz hoy anunció: "Me cambió la vida". También avisó que pagará sus deudas, la primera con su abuela Margarita, que le prestó plata para viajar en colectivo.
Casado lo subió a su auto y lo llevó hasta la fábrica de vidrio para que Carlos pudiera tener su entrevista. Y prometió abrir un espacio para que jóvenes en búsqueda laboral en situaciones similares puedan confeccionar e imprimir su curriculum vitae.
"Qué importa que no tenía para imprimir si lo que quiere y lo que necesita es trabajar", había contado Eugenia en las redes sociales cuando compartió un CV que muchos tal vez hayan rechazado.
Analía Argento / Infobae