La víctima, de 18 años, dijo que el religioso de Testigos de Jehová la sometía desde los 14 años; la violaba y la obligaba a tener sexo con otros hombres; pudo escapar y lo denunció
"Mi vida se transformó en un infierno. Vivía encerrada. Sólo salía de casa acompañada por este hombre. Antes de irse cerraba todo con llave. Intenté escaparme un día tirándome por la ventana del segundo piso de la casa. Pero Jorge había colocado hierros con punta y me lastimé toda. Me violaba y me obligaba a tener sexo con personas que no conocía."
Ése fue el crudo relato de una joven de 18 años al fiscal de Azul sobre cómo pasó los últimos cuatro años de su vida, sometida por un líder de la congregación de los Testigos de Jehová. De esos cuatro años, la joven habría pasado un año y medio cautiva.
Ayer, la jueza de Garantías de Azul procesó y dictó la prisión preventiva del pastor Jorge Torres, al considerarlo presunto responsable de haber reducido a la servidumbre a la joven. También le imputó su responsabilidad en violaciones reiteradas, en golpizas y de haberla obligado a tener relaciones sexuales con desconocidos y someterla a prácticas zoofílicas.
Anoche, vecinos y familiares de la joven intentaron hacer justicia por mano propia al incendiar la casa del referente local de los Testigos de Jehová, en Tapalqué. La vivienda, en llamas, fue rodeada por efectivos de Infantería de la policía bonaerense que fueron enviados desde Azul para evitar que los vecinos y amigos de la víctima atacaran a los bomberos que intentaban apagar el incendio.
No había nadie en la casa. Actualmente, Torres está detenido en el penal de General Alvear, mientras que su esposa y sus hijos se habrían mudado hace un año y medio debido a que se disolvió la pareja.
Por la tarde, la magistrada Mariana Iriani había aceptado el requerimiento presentado el viernes pasado por el fiscal Javier Barda e imputó a Torres los delitos de supuesto "estupro agravado por ser un representante religioso, secuestro coactivo en concurso ideal con reducción a la servidumbre, abuso sexual agravado por ser conviviente y desobediencia".
De acuerdo con fuentes de la investigación, Torres está imputado de haber mantenido cautiva a la adolescente de 18 años desde diciembre de 2011 hasta el 17 de julio pasado, cuando la chica escapó de una fábrica de chacinados, propiedad del sospechoso.
Según fuentes judiciales, Torres conoció a la chica y a su familia en 2008, cuando junto con su esposa fueron a comprar la miel que vendían y captó su atención como líder de la congregación de los Testigos de Jehová de Tapalqué y Azul.
Aparentemente, por entonces, la joven pasaba por un mal momento por la separación de sus padres y comenzó a participar de las actividades religiosas, durante las cuales el pastor ganó su confianza y comenzaron a pasar mucho tiempo juntos.
Sobre este aspecto, un funcionario de la Fiscalía General de Azul dijo a la prensa: "Torres tenía un poder de dominación sobre ella debido a que tenía categoría de «anciano» dentro de la congregación y le debían respeto y obediencia".
Cuando la adolescente tenía 14 años, según ella misma denunció ante la Justicia, se habría producido el primer abuso sexual, en momentos en que Torres la habría pasado a buscar con su camioneta y se habría "aprovechado del respeto e importancia que generaba su posición en el credo".
Según relató la chica en su denuncia, en diciembre de 2011 Torres se separó de su mujer y la llevó a vivir con él. Entonces comenzó lo que la joven describió como "un infierno".
En la denuncia la adolescente aseguró que fue obligada a permanecer "dentro de la casa, aislada y sin acceso a medios de comunicación".
Además de no poder ver a su familia ni ir al colegio, y ser forzada a limpiar la casa, la chica comenzó a ser abusada sexualmente a diario, golpeada, trasladada hasta Azul para tener sexo con extraños al azar y obligada a mantener prácticas zoofílicas con los dos perros de la vivienda, según explicaron las fuentes de la investigación.
Pero el 17 de julio pasado, en un descuido del imputado, la adolescente corrió a la calle para pedir ayuda; pese a que Torres descubrió su escape, la alcanzó y comenzó a golpearla, vecinos que observaban la situación pidieron ayuda y la policía la rescató.
"El agresor fue detenido en la vía pública cuando intentó agredir a la chica. Varias personas lo vieron e hicieron la denuncia a la policía", explicó una importante fuente judicial.
En la comisaría, la chica relató todo lo ocurrido, por lo que luego intervino el fiscal Barda, quien esta semana se apartó de la causa y dejó el expediente a cargo de su colega Laura Margeretic, que en el momento en que comenzó la investigación estaba de licencia por maternidad.
Con respecto a la víctima, un funcionario de la fiscalía de Azul dijo: "Está en la casa de un familiar asistida por los integrantes del equipo interdisciplinario de psicólogos y asistentes sociales conteniéndola. Físicamente está bien, está tratando de recomponer su vida, hace varios años que no tiene prácticamente contacto con el mundo exterior".
Por su parte, el padre de la chica afirmó que había denunciado ante la policía que su hija estaba retenida contra su voluntad en la casa de Torres, pero que no sabía todo lo que ella sufría en ese lugar.
"Ahora, mi hija pudo denunciarlo. Antes siempre salía a favor de él porque estaba amenazada y tenía miedo", sostuvo el hombre.
No obstante, un jefe policial afirmó que no había ninguna denuncia presentada por el padre de la chica contra Torres y que sólo recibieron "exposiciones por conflictos internos familiares".