El precio del dólar y la posibilidad de financiamiento en cuotas de los viajes al exterior hicieron aumentar en los últimos años el consumo en dólares de los argentinos fuera del país.
El precio del dólar y la posibilidad de financiamiento en cuotas de los viajes al exterior hicieron aumentar en los últimos años el consumo en dólares de los argentinos fuera del país. Según datos del banco HSBC, el gasto de sus clientes en dólares pasó de 9% del total de los gastos con tarjetas de crédito en 2014 a más de 14% durante este año.
Es más, en el caso del segmento premium, el 85% de sus clientes viajaron al exterior en el último año por lo menos una vez. El banco cuenta con una cartera de 800.000 clientes con tarjetas de crédito, de los cuales cerca del 10% (unos 70.000) pertenecen al segmento premier, con ingresos más alto y gastos mensuales con tarjetas de crédito que en promedio rondan los $ 25.000 mensuales. A su vez, dentro de este segmento hay unos 6000 clientes con consumos promedio de más de $ 35.000 y que integran el selecto grupo "black".
"Los viajes tomaron una importancia en general en todos los segmentos y especialmente en los jóvenes", destacó Marcela Remoli, head of RBWM Marketing del banco durante una charla con periodistas. En el banco aseguran que ya perciben un cambio de expectativas y que se están preparando para un crecimiento del consumo. La proyección de crecimiento del banco, en general, para 2017 parte de un piso de 3%.
Atentos a estas tendencias, hay más beneficios para que los clientes obtengan pasajes. Si bien HSBC no cuenta con un acuerdo con una línea aérea en particular, desarrollaron un programa de puntos que permite viajar dentro y fuera del país con cualquier compañía a medida que más se consume.
También apuestan a los beneficios para el segmento top de la cartera, donde lo más valorado son las "experiencias" en viajes, gastronomía, moda y tecnología. El banco organiza, por ejemplo, cenas a precios más accesibles en restaurantes de alta gama o con la participación de reconocidos chefs.
"Los beneficios comenzaron luego de la crisis de 2001 como una forma de que los bancos volvieran a acercarse a la gente. Los descuentos de hoy son una consecuencia de eso. Lo que arrancó con un 5% o 10% de ahorro, hoy puede llegar a 60%. Estos descuentos se volvieron un commodity y ya no se pueden quitar. Como es algo que dura muchos años, a veces los precios se ponen en función de esos descuentos", explicó Remoli. Como la continuidad de estos beneficios no se pone en duda, para los bancos es difícil evaluar como evolucionarán en los próximos años.