El PJ local quiere que De la Sota fije la fecha para elegir gobernador antes de las PASO.
Esta semana, con Córdoba volviendo lentamente a la normalidad después de las inundaciones, el gobernador José Manuel de la Sota volvió a reunirse con su equipo de campaña de su precandidatura a presidente. También por estos días se reiniciaron las presiones de todos los sectores del PJ cordobés para que la votación provincial sea "bastante antes" de las PASO.
Aunque no lo admite abiertamente, a De la Sota la idea lo seduce, porque si, como descuenta, gana la gobernación tendrá una carta fuerte para negociar con el candidato presidencial por el que se termine inclinando.
Después de varias idas y venidas con el marketinero venezolano Juan José Rendón (acérrimo enemigo del chavismo) para que condujera su campaña nacional, De la Sota terminó nuevamente eligiendo al brasileño João Santana, quien lo asesoró en 2003. Desde el 1° de febrero, cuando inauguró el año legislativo, los partidos en Córdoba esperan que el gobernador anuncie la fecha de la elección.
Por ahora, el único dato del cronograma es que el 26 de abril es la interna abierta del peronismo. Habría lista única para gobernador -la de la fórmula Juan Schiaretti y Martín Llaryora-, y sí se votará para legisladores nacionales y provinciales y para intendentes. En el caso del radicalismo, el apoyo de la Convención Nacional a un acuerdo con Pro no es novedad en Córdoba; la definición que se espera es si Luis Juez acompañará o irá por fuera. La dupla Ramón Mestre-Héctor Baldassi pelearía por la gobernación.
Las últimas encuestas -que miden una posible confrontación entre esta fórmula de consenso y la de Schiaretti- le dan una ventaja de entre 12 y 15 puntos al peronismo; en tercer lugar aparece Juez. Pero lo cierto es que sólo el peronismo está en campaña clara.
Como informó LA NACION la semana pasada, en Córdoba hoy no existe ningún diálogo "formal ni informal" -según aseguran voceros De la Sota y Schiaretti- con el kirchnerismo para el armado de listas de cara a las próximas elecciones. Esta vez la Casa Rosada no tendría ninguna injerencia en las listas para renovar el mandato de tres senadores nacionales (ninguno peronista; son dos juecistas y un radical) y cuatro diputados.
El kirchnerismo en Córdoba no tiene un referente claro. En la última elección de 2013 Cristina Kirchner apostó a darle ese lugar a la rectora de la Universidad Nacional, Carolina Scotto, quien encabezó la lista de diputados nacionales. Ocho meses después de asumir renunció, y aunque planteó que la decisión era por causas "estrictamente personales" trascendió que la relación con el kirchnerismo se complicó al quedar trunca su presidencia en la Comisión de Educación. La reemplazó Ernesto Bernabey, intendente de Villa del Totoral, quien pidió licencia para ir al Congreso. Su figura no alcanza para aglutinar al sector.
El kirchnerista más reconocido es el diputado nacional Fabián Francioni, quien en algunos casos (como en las situaciones derivadas del temporal en la provincia) suele actuar como nexo entre la Nación y la provincia. El y su círculo íntimo admiten que "hoy no hay nada, pero que en 120 días pueden pasar muchas cosas; De la Sota necesita un acercamiento con el Gobierno y allá también tienen necesidad de hacer pie en Córdoba".
El villamariense Eduardo Acastello lanzó un frente a comienzos de este año para ser candidato a gobernador y, en las últimas semanas, se mostró con Daniel Scioli. Él se identifica con el kirchnerismo, pero el sector no lo acepta totalmente.
AMPARO EN SANTIAGO DEL ESTERO
La Jueza María Servini de Cubría hizo lugar ayer a un amparo y suspendió las elecciones internas del PJ del domingo 29 en Santiago del Estero, dándole un duro revés a Cristina Kirchner, quien había ordenado la normalización de este distrito luego de 10 años de intervención.
El amparo fue presentado por el dirigente local Daniel Milki, ligado al actual interventor, Jorge Franco, a Marcelo Nazar, que manejó el partido desde las sombras y Juan Carlos Mazzón, histórico operador del PJ desplazado del Gabinete nacional.