El film de Damián Szifrón sigue cosechando buenas críticas. Dónde verla en Río Cuarto.
Tal vez no haya tenido el glamour y la sofisticación de aquel estreno mundial rodeado de estrellas en Cannes, pero la gran gala de presentación de Relatos salvajesconfirmó anteanoche aquí con creces el respaldo casi unánime, el fervor y el aplauso con que había sido recibida en la Riviera Francesa allá por mayo la película de Damián Szifron. Y se convirtió en cabecera de una gran presencia argentina dentro del Festival Internacional de Cine de Toronto, que concluye este domingo.
En un entorno mucho más relajado que el de Cannes, rodeado del entusiasmo del público local, el film argentino más importante del año vivió otro gran triunfo. Hubo aplausos a granel al término de cada episodio, risas constantes (sobre todo en el segmento inicial, previo a los títulos, y en el de cierre, "Hasta que la muerte nos separe") y una ovación final con muchos espectadores de pie para Szifron, que se prestó a un breve intercambio de preguntas y respuestas durante el cual dijo que su película podría resumirse en una sola idea, festejada con otra carcajada general: "El placer de perder el control".
Acompañado aquí por dos de los productores de Relatos salvajes, Leticia Cristi y Matías Mosteirin, Szifron habló más tiempo en castellano que en inglés, luego de notar que buena parte de la audiencia presente en el teatro Elgin (con capacidad para unas 1500 personas, casi completo) estaba integrada por latinos, muchos de ellos argentinos. Como todas las galas del TIFF, la sala se llenó de un público que eligió pagar su entrada para ver esta película y se encontró, antes de la función, con una encendida recepción a cargo de Diana Sánchez, responsable de todo el cine iberoamericano que se exhibe aquí.
"Este es un año muy relevante para el cine argentino aquí en Toronto. Y un gran punto de referencia en todo este festival. En 2013 no se vio nada de la Argentina aquí, tal vez por cuestiones relacionadas con los tiempos de producción. Pero ahora hay aquí siete películas fantásticas. Y tuve que dejar a mi pesar algunas afuera. De todo lo que vi, había por lo menos 11 en condiciones de ser vistas. Es un gran momento", dijo Sánchez a la nacion unas horas antes.
La programadora acompañó a cada uno de los realizadores argentinos que llegaron hasta esta ciudad junto con la delegación oficial del Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), que como todos los años instaló su stand en el mercado de TIFF. Sánchez presentó con Anahí Berneri Aire libre y con Martín Rejtman, Dos disparos. También hizo los honores con Lulú, la última película de Luis Ortega, la única de toda la programación argentina presentada aquí en carácter de estreno mundial. Atractiva e incómoda a la vez, ratifica el talento del director de Caja negra para atrapar con rara belleza poética un mundo de marginados, perdedores y olvidados en los bordes urbanos más sórdidos de Buenos Aires. En este caso una pareja (los magníficos Nahuel Pérez Biscayart y Ailín Salas) que sueña con el amor mientras no pueden evitar caer en una espiral de autodestrucción personal. Ortega, que pasó por aquí junto a Salas y mostró sus dotes para el stand up en el debate con el público, reconoció después a este diario que hará algunos leves cambios de montaje antes de su lanzamiento en la Argentina.
El cine argentino del TIFF se completa con La princesa de Francia, de Matías Piñeiro (un realizador siempre muy bien recibido aquí, objeto hace poco de una retrospectiva completa); La Salada, de Juan Martín Hsu, y Jauja, de Lisandro Alonso, que tiene previsto charlar hoy con la prensa junto a Viggo Mortensen, protagonista, coproductor y autor de la música de la película, que como Relatos salvajes llegó aquí luego de su estreno mundial en Cannes.
Lo cierto es que nunca faltan ocasiones para que Mortensen deje explícita su conexión con la Argentina. La otra película suya que se verá aquí es la producción francesa Far From Men, inspirada en un relato de Albert Camus. Allí interpreta a un maestro que enseña a leer en un solitario paraje desértico de Argelia durante los años 50, en los cruentos tiempos de la lucha por la independencia. En un momento su personaje (de padres andaluces, pero nacido en Argelia y de habla francesa) llegará al pueblo donde nació y allí se escucha la voz de Carlos Gardel en "El día que me quieras".
También pasó por Toronto Juan Pablo Buscarini, el director de la película infanto-juvenil El inventor de juegos, cuya producción recibió un importante aporte de Canadá. Buscarini también fue testigo de la exitosa presentación de anteanoche de Relatos salvajes, antes de seguir camino hacia Halifax, donde presentará su trabajo en un encuentro de productores..(La Nación)
Donde verla en Río Cuarto
Cinemacenter: 17:00 19:50 22:40
Cines del Paseo: 16:45 19:15 21:45 22:20