Se quedaron al final con un hilo de voz en las gargantas después de cantar, gritar y corear cada uno de los temas, pero lo que no perdieron jamás fue la energía que las mantuvo en pie durante una noche inolvidable, que guardarán para siempre en la memoria.

Las miles de fans que llenaron anoche el estadio de Vélez Sarsfield fueron las grandes protagonistas de la primera presentación en la Argentina de One Direction, la banda británica que desde su contagioso pop juvenil logró convertirse en el grupo musical más convocante de todo el planeta en la actualidad.

Bien pasadas las 20 de anoche y con treinta y seis minutos de demora respecto del horario anunciado, y bajo un cielo plomizo que hasta minutos antes había dejado caer una tenue llovizna sobre el campo de juego, los cinco ídolos de multitudes adolescentes aparecieron en el gigantesco escenario dispuesto en el estadio de Liniers con "Midnight Memories", el tema insignia de su tercer álbum.

La gente, chicos que apenas sobrepasaban los catorce o quince años en su inmensa mayoría, hacía horas -días, en algunos casos- que esperaban ese momento. Las plateas estaban completas y sobre el campo una multitud saltaba, gritaba y bailaba.

El escenario fue instalado sobre la cabecera que da a la calle Reservistas Argentinos, es decir, de frente al tablero electrónico de la tribuna popular que habitualmente ocupa la parcialidad de Vélez.

A pura sonrisa, en medio del delirio del público que agotó las entradas desde hace varios meses (lo mismo ocurrirá en el segundo recital previsto para esta noche), el quinteto surgido del programa de TV The X-Factor desplegó un concierto de algo más de una hora y media en el que no faltó ninguno de sus hits, ni los guiños hacia el público. "Ustedes son la multitud más loca que he visto en mi vida", dijo en inglés uno de los integrantes del grupo al finalizar un tema. Más adelante, Niall Horan, comenzó con un sonoro "Argentina, Argentina", seguido por un "Messi, Messi", que hizo delirar a sus seguidores.

"Kiss You", "Better Than Words", "Story of my Life", "Little Things" y "Right Now" fueron las banderas de la veintena de temas (todos coreados de memoria de la primera a la última letra por la multitud) preparada para el recital.

El clima, destemplado con la lluvia que se hizo presente de a ratos, no alteró el entusiasmo acumulado durante varios días por las fans, muchas de las cuales protagonizaron una colorida vigilia en improvisados campamentos, junto a las puertas de acceso del estadio, que finalmente se abrieron a las 16.

Es más, mientras los asistentes al show de anoche ingresaban en el estadio, pasaban por al lado de los que, con carpas instaladas, tienen entradas para el espectáculo que los ídolos pop darán esta noche.

Sobre el escenario, a pura sonrisa y con incansables desplazamientos, los One Direction hicieron el resto. Harry Styles, Liam Payne, Niall Horan, Zayn Malik y Louis Tomlison regalaron carisma, mezclaron las coreografías más vibrantes con momentos acústicos de mayor intimismo y dejaron al público, luego de entregar todo lo que se esperaba de ellos durante una hora y media, con ganas de mucho más.

Esta noche volverá al escenario la magia de los chicos de One Direction, para delirio de sus fanáticos. Será el segundo y último de los shows que tienen previstos en la Argentina, para alivio de los vecinos de Liniers que reiteraron sus quejas por los inconvenientes con los que se ven obligados a convivir cada vez que hay un show.

Fuente: lanación.com