Las compañías telefónicas guardarán los datos durante 18 meses que sólo podrán ser enviados a la autoridad pública ante una sospecha cierta y con la autorización de un juez
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, consideró hoy como un "avance positivo" el proyecto de ley bipartidista para la modificación de los programas de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) que fue introducido hoy en el Congreso.
"Como ustedes saben, he dicho siempre que estos programas existen y tienen que existir para salvar vidas estadounidenses. Y si bien hay algunas preocupaciones válidas sobre la privacidad, sería irresponsable poner fin a estos programas antes de que tengamos una alternativa creíble", dijo en su rueda de prensa semanal.
"Pero ayer vimos un avance importante hacia ese objetivo con la legislación bipartidista que introdujeron los líderes del Comité de Inteligencia de la Cámara baja. El proyecto de ley representa el inicio de una conversación bipartidista sobre cómo mantenemos nuestra capacidad para frustrar ataques, y aborda preocupaciones sobre la privacidad y las libertades civiles que muchos estadounidenses tienen", subrayó el republicano Boehner.
El presidente de la Cámara manifestó su "esperanza" de que se llegue a un acuerdo entre republicanos y demócratas que acabe con "la recopilación de datos a granel" por parte del Gobierno y mantenga seguro al país.
MODIFICACIONES CONCRETAS
En el marco del proyecto propuesto por la Cámara, el gobierno tendría que tener una "sospecha razonable y articulable de que un número de teléfono particular está asociado con el terrorismo" antes de pedir a las empresas de telecomunicaciones que le proporcionen otros números relacionados con el número sospechoso.
Serán las compañías telefónicas las que mantengan el control sobre los datos y los conserven por un periodo máximo de 18 meses, como establece la legislación actual, y la NSA únicamente podrá acceder a ellos en circunstancias específicas aprobadas siempre por un juez.
El plan, que necesita la aprobación del Congreso, permitirá al Gobierno solicitar datos telefónicos sin una orden judicial en el caso de una emergencia de seguridad nacional y obligaría a las compañías telefónicas a proveer datos rápidamente y en un formato utilizable, dijo un funcionario de alto nivel de la administración a periodistas en una conferencia telefónica.
OBAMA CON OTRA POSTURA
La medida presentada por los legisladores coincidió con el anuncio del presidente Barack Obama , desde La Haya, de que su Gobierno propondrá esta semana al Congreso un plan para poner fin al espionaje masivo.
El presidente Barack Obama afirmó hoy que las agencias de inteligencia de Estados Unidos no están espiando a ciudadanos comunes, pero admitió que tomará tiempo para recuperar la confianza de los gobiernos europeos y de la gente tras las revelaciones sobre sus extendidos programas de vigilancia.
Las filtraciones del ex contratista de inteligencia Edward Snowden sobre las actividades de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por su sigla en inglés) generaron un debate nacional sobre los derechos de privacidad y dañaron las relaciones con varios de sus socios europeos.
Obama indicó que uno de los objetivos de su viaje de esta semana a Europa era reafirmar a sus aliados que está actuando para limitar el tamaño de la recolección de datos. "Confío en que todos en nuestras agencias de inteligencia operan con la mejor de las intenciones y no espían en el ámbito privado de los ciudadanos comunes de Holanda, Alemania, Francia o Estados Unidos", destacó Obama a periodistas tras una cumbre nuclear en La Haya.
Pero el mandatario reconoció que "debido a esas revelaciones hay un proceso en desarrollo en el que tenemos que recuperar la confianza, no solamente de los gobiernos, sino más que nada de los ciudadanos comunes, y eso no va a pasar de la noche a la mañana".