Su mejor amigo y socio había muerto el lunes, dos días antes. El martes, Guillermo Reinwick caminó junto a su ataúd, rumbo al entierro.
El miércoles, agobiado y casi sin dormir, se sentó y respondió la última carta documento que se cruzó con Alejandro Vandenbroele. Y así, sin consultar con nadie, la escribió. Se la envió al abogado monotributista, pero con el vicepresidente Amado Boudou como su verdadero destinatario final, según consta en la copia de tres misivas certificadas que obtuvo LA NACION
Vandenbroele lo había invitado a reunirse para contarle sus últimos movimientos como presidente de The Old Fund y de la ex Ciccone. Pero la réplica de Reinwick fue lapidaria: "No tengo nada que ver con las sociedades que menciona, por lo que no entiendo qué información me quiere dar", lo cruzó. Y remató: "La misma debe dársela a sus mandantes, los señores Amado Boudou y José María Núñez Carmona".
Fechada el 19 de junio pasado, ésa fue la tercera y última carta documento que cruzaron Reinwick y Vandenbroele. Es decir, casi seis meses antes de que el yerno de Nicolás Ciccone se presentara ante el juez federal Ariel Lijo y afirmara, bajo juramento, que "Boudou y Núñez Carmona se robaron la empresa".
Ante Lijo, Reinwick también redujo el papel de Vandenbroele, aunque de manera más categórica. Porque si en la carta documento caracterizó al abogado monotributista de "mandante" del vicepresidente y su socio comercial, en los tribunales de Comodoro Py fue incluso brutal: "Vandenbroele es un muñeco", afirmó.
El ida y vuelta de las cartas documento entre ambos podría explicar, también, algunas de las amenazas que Reinwick dijo que sufrió de Núñez Carmona, que le anticipó que le caerían sabuesos de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), como ocurrió, y llegó a decirle que le pegaría un tiro a uno de hijos si no acataba sus órdenes.
"Ya viste lo que pasó con un juez, un fiscal y un jefe de los fiscales", le recordó, según el yerno de Ciccone, en alusión a Daniel Rafecas, Carlos Rívolo y el ex procurador Esteban Righi.
Esa amenaza ocurrió apenas días después de que Reinwick le enviara su primera carta documento a Vandenbroele, luego de que LA NACION revelara que el presunto testaferro de Boudou se había presentado ante la justicia comercial como presidente de The Old Fund para objetar la expropiación por "inconstitucional" de la ex Ciccone, según dijo, bajo expresas directivas de Reinwick como accionista controlante del misterioso fondo.
EXPRESAS DIRECTIVAS
Fechada el 16 de abril pasado, Reinwick le exigió en esa carta a Vandenbroele que le informara si, en efecto, había afirmado ante la Justicia que actuaba "siguiendo -presuntas- expresas directivas" suyas y, de ser así, que le precisara "si posee documentación que avale las presuntas directivas emanadas del suscripto".
Reinwick dio en esa primera carta otro paso. Porque le adelantó que él daría sus propias explicaciones "al momento de ser requerido judicialmente, ocasión el [sic] la que ratificaré y/o rectificaré sus dichos".
Un mes después, Vandenbroele envió su réplica a Reinwick, también por carta documento. Le dijo que se había presentado ante la justicia en lo comercial "en ejercicio de las atribuciones y obligaciones" propias de ser presidente de The Old Fund, "ante los hechos de público y notorio conocimiento".
Al igual que Reinwick, sin embargo, Vandenbroele también dio un paso adicional en todo el escándalo. "Aprovecho para ponerme a su disposición y creo oportuno realizar una reunión informativa y proporcionarle copia de la presentación efectuada de acuerdo con mis obligaciones como director de la sociedad", le escribió el presunto testaferro del vicepresidente de la Nación.
"HOMBRE DE NEGOCIOS"
Vandenbroele se permitió, incluso, florearse ante Reinwick con una alusión propia de abogado. Le explicó que se había presentado ante la justicia comercial porque estaba "obligado a actuar bajo el estándar del «buen hombre de negocios»".
En paralelo a la comunicación formal, sin embargo, la situación se había puesto bastante pesada. Reinwick declaró ante el juez Lijo que Núñez Carmona ya había llegado para entonces a amenazarlos a él y a su familia. "Yo te voy a explicar una cosa. Ni él [por Boudou] ni yo tenemos hijos, no tenemos nada [...]. Te lo voy a decir clarito. Yo voy a tu casa de Pacheco y yo le meto un tiro a un hijo tuyo. Vos tocás al vicepresidente y yo le meto un tiro a un hijo tuyo", habría dicho el amigo y socio de Boudou.
La carta documento que le envió Vandenbroele, además, llegó a las manos de Reinwick en un momento crucial. Porque en esos días su íntimo amigo y socio comercial Federico Ribero entró en agonía. Murió el lunes 17 de junio y el 18 lo enterraron en el Jardín de Paz de Pilar.
Al día siguiente, Reinwick envió la tercera y última carta documento que se cruzó con el rostro visible de The Old Fund, cuyo apellido escribió mal -"Vanderbroele"-. Y se la envió al domicilio del fondo en Puerto Madero, detrás del hotel Hilton.
"Rechazo su CD del 16 de abril pasado. No tengo intención ni motivo alguno para aceptar su invitación", le espetó. Y luego consignó, por escrito y por primera vez, los apellidos de Boudou y Núñez Carmona como los "mandantes" de la operatoria del controvertido "caso Ciccone".
Cinco meses y dos semanas después, Reinwick repetiría todo esto, pero ante la Justicia y bajo juramento.
CÓMO SIGUE LA CAUSA
Empezó el tramo final de la recolección de pruebas antes de que llegue la hora de las definiciones, que podría salvar al vicepresidente Amado Boudou o sentarlo en el banquillo de los acusados, junto a su socio José María Núñez Carmona y el presidente de The Old Fund, Alejandro Vandenbroele
Habrá varios frentes. El primero se dirime en la Cámara Nacional de Casación Penal
El segundo frente se dirime en Uruguay. El juez del fuero contra el Crimen Organizado, Néstor Valetti, citó hoy a Vandenbroele a indagatoria. Deberá explicar sobre una transferencia de dinero para tomar el control del 50% de las acciones de The Old Fund
El tercer frente en la Justicia seguirá en manos del juez federal Ariel Lijo, quien retomará pasado mañana la ronda de declaraciones indagatorias. La ronda duraría hasta mayo, cuando quedará a las puertas de Boudou y Núñez Carmona tras escuchar a los secretarios privados de ambos
Luego de analizar las indagatorias, Lijo deberá definir si cita a indagatoria o sobresee al vicepresidente
Un nuevo dato vincula a Boudou con el caso de la imprenta. Se trata del intercambio de cartas documento que mantuvieron Guillermo Reinwick, yerno de Nicolás Ciccone, y Vandenbroele, el presunto testaferro del vicepresidente