El servicio electoral informó que, con casi el 70% de las mesas escrutadas, el candidato de la izquierda obtiene un 55,18% de los votos y el conservador el 44,82%. El profesor Pablo Whebe consideró que el triunfo del candidato izquierdista en Chile asegura el acompañamiento de las transformaciones que se están dando en la convención constituyente. Escuchá su análisis.
Con el 68,78% de las mesas escrutadas, el Servicio Electoral de Chile (Servel) informó que Gabriel Boric obtiene un 55,18% de los votos y José Antonio Kast el 45,82%.
Una hora y medio después de cerrados los colegios electorales, y con una distancia ya irreversible, Kast reconoció la derrrota. “Acabo de hablar con Gabriel Boric y lo he felicitado por su gran triunfo. Desde hoy es el Presidente electo de Chile y merece todo nuestro respeto y colaboración constructiva. Chile siempre está primero”, escribió en su cuenta de Twitter.
Minutos antes, Gonzalo de la Carrera, diputado electo por el Partido Republicano, ya había admitido desde el comando de Kast la victoria de Boric, al confirmar que el resultado difundido por el Servel “es irreversible”. En diálogo con la prensa local, el funcionario aseguró que Kast reconocerá la derrota “cuando estime prudente”: “Yo entendiendo de matemáticas como entiendo, creo que con el porcentaje ya escrutado es irreversible”
El proceso electoral en Chile estuvo marcado por las críticas al gobierno y al sistema de transportes que mostró una escasa operatividad a nivel país. Pese a esto, son millones los chilenos que salieron a votar para elegir entre las opciones Gabriel Boric y José Antonio Kast. Se trata de los primeros candidatos de los últimos treinta años, que no fueron designados por los partidos tradicioales de la ex Concertación y el ex Chile Vamos.
El amplio margen dosprendió ya que todos los sondeos vaticinaban un ballotage muy ajustado y, de hecho, el candidato conservador había pronosticado quelos comicios terminarían resolviéndose en los tribunales electorales. Sin embargo, reconoció rápidamente la derrota.
Polémica jornada
Falta de buses y paraderos repletos fueron parte de las situaciones más críticas que se registraron a nivel nacional. Desde distintos puntos del país, usuarios del transporte público acusaron menor flujo de buses, lo que perjudicó el traslado a los locales de votación. Desde el Gobierno, tanto la ministra de Transportes como secretarios del ramo de diversas regiones salieron a responder, asegurando que no existió falta de buses.
Tanta fue la molestia por parte de los usuarios que incluso el hashtag “Suelten las Micros” se convirtió tendencia en Twitter. La mayor cantidad de quejas se concentró en las regiones Metropolitana y del Bío Bío, donde se advirtió que los terminales permanecían con una gran cantidad de buses que no estaban circulando.
Por su parte, la jefa de campaña de Gabriel Boric, Izkia Siches hizo un llamado al gobierno a garantizar el transporte público de los votantes y denunció una “operación del Gobierno de limitar transporte público en favor de su candidato”. “Nos han reportado de distintos lugares de la Región Metropolitana limitaciones para poder llegar a los centros de votación. Por eso queremos hacerle un llamado explícito al gobierno a garantizar el transporte de los votantes en este día (...) El registro del monitoreo del transporte público es la mitad de un día normal. Facilitemos que todos y todas podamos llegar a los centros de votación. Este proceso es muy importante y debe ser representativo de los chilenos y chilenas”, dijo Siches.
El diputado Raúl Soto (PPD) fue más allá y solicitó la renuncia de la ministra de Transportes, Gloria Hutt. “Es responsabilidad del gobierno lo que ha ocurrido hoy. No asegurar el transporte público necesario, suficiente y oportuno para que todos los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país puedan participar en este proceso eleccionario, en igualdad de condiciones, es responsabilidad del gobierno y del Ministerio de Transportes”, expresó Soto.
A última hora, en conversación con Radio Bío-Bío, la ministra de Transportes y Telecomunicaciones de Chile, Gloria Hutt, declaró que el conflicto que se produjo, junto con la demora y falta de transporte público se debió a la “forma en que funcionó el sistema y no a una “baja en la capacidad de buses operativos. “Por supuesto que no quedé conforme en cómo funcionó el sistema. Se pudo haber resuelto más rápido con más información a las personas. La responsabilidad de comunicar es nuestra”, dijo.