La modelo bancó a su marido desde la tribuna y bajó a la cancha para el clásico saludo de la victoria.
Tom Brady coronó su sexta victoria en el Super Bowl con el beso más especial. La estrella de los New England Patriots, de 41 años, festejó el nuevo triunfo con su esposa, Gisele Bündchen, que bajó a la cancha para un momento cargado de amor y emoción.
En esta final de 2019, Brady y su equipo vencieron por 3-13 a Los Ángeles Rams, en un evento que también incluyó el show musical de Maroon 5, Travis Scott y Big Boi.
"¡Qué noche especial! ¡Felicidades, Patriots! Su incansable compromiso, disciplina y trabajo duro nunca dejan de sorprenderme. Los amamos", escribió la exmodelo de Victoria's Secret en Instagram, junto a la postal del saludo que ya es tradición en cada partido importante del jugador.
Bündchen bajó al campo de juego con sus hijos, Vivian Lake y Benjamin, y con John Edwards, fruto de la relación del jugador con su ex, Bridget Moynahan.