La leyenda de la música eligió la Grand Central Terminal de Nueva York para presentar Egypt Station, su primer álbum desde 2013. Mirá la increíble presentación.
Los pasajeros con boletos para viajar desde la estación Grand Central de Nueva York se toparon con una sorpresa el viernes. Paul McCartney ocupó el majestuoso edificio para ofrecer un concierto y presentar Egypt Station, su nuevo álbum.
Solos invitados como Jon Bon Jovi, Meryl Streep, Amy Schumer, Kate Moss y Steve Buscemi pudieron ver qué ocurría en el escenario, detrás de unas cortinas negras, pero todos pudieron escuchar una selección de 24 canciones que abarcó más de 50 años de música, informó EFE.
Cerca de las míticas escalinatas de Grand Central, en el Vanderbilt Hall que da a la calle 42, y ante la férrea seguridad de hasta cuatro policías distintas, el grupo de fans privilegiados pudo disfrutar de un concierto en formato videoclip, muy próximo pero a la vez en una atmósfera catedralicia, propia de la piedra marmórea de la mítica estación ferroviaria.
Desde una suerte de altar, solo iluminado por luces blancas, McCartney fue desgranando sus nuevas canciones a cuenta gotas, puesto que sus míticas composiciones de los Beatles han estado muy presentes en las dos horas de concierto.
Rodeado por ocho cámaras para la retransmisión del evento por un canal de Youtube, McCartney fue desgranando durante el concierto bastantes clásicos de los Beatles, como Can’t buy me love, Blackbird —la tocó solo entre el público tras interrumpirla dos veces bromeando que se había equivocado—, Love me do… hasta acabar, como no, con un Let it be bajo la luz de las velas eléctricas encendidas por el público.
También tuvo tiempo para tocar algunas composiciones de su época con Wings y de su carrera en solitario.
El exBeatle, con cabello cano y camisa blanca, venía a presentar su nuevo disco pero también a recordar quién es: una leyenda del pop-rock de 76 años.
El nuevo álbum, Egypt Station, el primero de estudio desde 2013 —ya son 17—, es una invitación al viaje y a descubrir lo desconocido, y algunas de sus canciones fueron apareciendo en un show musical que por unos momentos bloqueó uno de los laterales de Grand Central, por donde pasan cada día cientos de miles de viajeros de las cercanías de Nueva York, los denominados “commuters”, lo que obligó a una actuación a fondo de la policía neoyorquina.
McCartney ya llevaba algunos días en la Gran Manzana, apareciendo en algunos programas de televisión y radio, insinuando que algo iba a ocurrir en la ciudad. Pues sucedió y hasta tal punto que el concierto, con 30 minutos de retraso, fue retransmitido en la tarde-noche del viernes por Youtube.
El veterano artista ha llegado a Nueva York una semana después de anunciar las primeras cinco paradas de su gira Freshen Up en Estados Unidos y que comenzó en mayo en Raleigh, Carolina del Norte.
Muchos de los afortunados que pudieron escuchar en vivo al exBeatle lograron su entrada gracias a un concurso de la empresa de taxis Lyft y no supieron el lugar del concierto hasta pocas horas antes de celebrarse. Muchos se miraban entre ellos sabedores de la suerte que han tenido.