La aparición de la figura mediática Natacha Jaitt en el programa, quien acusó sin pruebas a distintas personalidades del periodismo, de la farándula y del deporte de estar involucradas en los episodios de pedofilia en clubes de fútbol, sigue generando repercusiones.
Una indignación extendida provocó entre miembros de la industria periodística y del mundo del entretenimiento la aparición en La noche de Mirtha de la figura mediática Natacha Jaitt, quien acusó sin pruebas a distintas personalidades del periodismo, de la farándula y del deporte de estar involucradas en los episodios de pedofilia que investiga la Justicia en clubes de fútbol. "El espectáculo que ofreció la televisión argentina durante la noche del sábado fue deplorable", dijo Marcelo Longobardi en su programa de Radio Mitre, y de ese modo pareció sintetizar el fuerte rechazo entre sus colegas.
De Luis Majul a Luis Novaresio y Alejandro Fantino, fueron varios los profesionales que repudiaron la liviandad con que Jaitt (conductora de ciclos radiales en los que suele abordar la temática sexual sin muchos límites) soltó nombres y apellidos sin contar con pruebas a la vista. Gustavo Grabia, uno de los invitados, insistió en que el lugar apropiado para realizar esas denuncias es la Justicia.
El programa resultó un escándalo. Jaitt, dueña de un modo de expresar sus ideas lindante con la violencia, menospreció en varios pasajes a la periodista Mercedes Ninci, una de las invitadas. Visiblemente incómoda, Mirtha Legrand no consiguió salir de la situación. Otro de sus invitados, Guillermo Coppola, abandonó la mesa aduciendo que tenía "otro compromiso".
El domingo, Majul sostuvo que "lo que pasó en el programa era esperable, porque ella venía anunciando, en una especie de intento de extorsión, a ver qué nombre revoleaba en el marco de una causa por abuso de menores". En su ciclo Debo decir, por América, Novaresio invitó a reflexionar a quienes producen contenidos periodísticos: "Me quedo pensando sobre la responsabilidad que nosotros tenemos en la tele", señaló.
Por su parte, el reconocido conductor radial Oscar González Oro escribió una carta en su cuenta de Facebook en la que cuenta que está "alejado de los medios" y que se enteró por el periodista Eduardo Feinmann lo que había sucedido en el programa de Mirtha Legrand. Al dirigirse a la conductora, relató lo que le dijo Feinmann por teléfono: "Me dijo que en tu programa, que se supone de prestigio, se estaban diciendo barbaridades sobre mi. Una mujer a la cual nunca vi en mi vida, que no conozco, me acusaba de acosador de menores".
Y descargó: "Una vez más soy testigo de una enorme cacería de brujas como en el peor momento de mi Argentina. Una vez mas se supone que por tener una elección sexual distinta, que yo expuse en su momento y de manera expresa, uno se convierte automáticamente en un perverso, depravado y abusador de menores. Y no es así. Nunca lo fue. Ni nunca lo sera. Tengo y llevo una vida transparente".
En sus palabras, el "Negro" se mostró dolido por los dichos de Jaitt y por el hecho de que no se le puso un límite o se le pidieron pruebas para sostener sus denuncias. "No puedo creer que importe tanto el rating como para dejar que alguien denoste gratuitamente a gente de bien", disparó.
Oro dijo, también, que Mirtha es la responsable de lo que se diga en su programa y opinó que si el hijo de la conductora estuviera vivo, "estaría muy enojado y seguramente avergonzado". Disparó: "No entiendo para que sirven tantos años de trayectoria si terminás haciendo lo que tanto criticaste, terminás dejando hacer algo que tanto daño le hizo a tu propia familia a la cual decís que amas. VOS ME CONOCES".
En la misma dirección, Antonio Laje dijo que la fiscal de la causa "debería haberla llamado [a Jaitt] a primera hora a declarar y que ratifique con pruebas los dichos", y señaló que la producción del ciclo no debió haber expuesto a la conductora de ese modo. Por su parte, Fantino anticipó que investigará "quién está detrás de esto".