José Luis Serrano, el artista que le da vida a Doña Jovita, habló con Gabriel Martella y Marcelo Ortíz en La Mañana del Limón.
El actor realizó reflexiones profundas acerca de la vida en estos tiempos pandémicos.

“Hay una actitud desesperada en los bichos humanos y necesitamos mansedumbre para escucharnos, para que aquel que está mal, solo, lejos y luego de sufrir el encierro pueda hacer un trabajo cotidiano para volver a encontrarse” manifestó Serrano.

En una charla enmarcada por el sonido de los pájaros, José Luis expresó con sutileza verdades que tocaron el alma de los oyentes.

“El mal de la tierra somos los seres humanos, somos los que intervenimos en la vida de nuestra casa común, por eso es necesario una toma de conciencia del aire, del agua, de la vida, de todos los que nos rodean. A todos nos cuesta comprender, porque somos víctimas del consumo, y nos arrean de manera directa o sutil que nos llevan a situaciones de tristeza”.

Frente a lo dicho, agregó “creo mucho en lo pequeño, creo que debemos trabajar en uno mismo, creo que hay que domesticarse, mirar el entorno y ver cómo podemos ser solidarios o generosos. El problema no está en que si sabemos más unos que otros, sino que estamos provocando sufrimiento en los semejantes y en el ambiente”.

Con la vehemencia de la palabra pausada con tonada de sierras adentro, José Luis manifestó a La Mañana del Limón, “tomar conciencia no significa ponerse triste, sino que uno puede ser bueno y llenarse de luz a través de un abrazo, de la escucha de los otros, de los ancianos, de los jóvenes, y llenar todos esos agujeros que tenemos en la sociedad”.

Consultado por su personaje y la construcción de su mensaje, Serrano explicó “Doña Jovita es una especie de muñeco que utilizo con mucho cuidado porque la gente lo toma como propio. A mí me toca sólo administrar la lengua y sus actitudes. El personaje transita cierto camino paralelo de inocencia y absurdo, desde donde se ve la vulnerabilidad y nos hace ver la vulnerabilidad de los otros, es un lenguaje especial que tiene un perfil vinculado con la tierra, con la identidad de traslasierra, y con el desafío de un mensaje doble que no es la doble intención”.

Ante la pregunta de las otras “Doña Jovitas” del interior profundo, José Luis Serrano comentó “hay muchas, no necesariamente estereotipadas, pero las que conocí se vestían así y todavía están las hijas y nietas de esas Jovitas que mantienen su identidad intacta. Sólo hay que escucharlas, la mujer tiene mucho silenciado a través de los siglos, y más si han sido pobres, viejas, del interior del interior, estigmas sobre los que tienen que sobrevivir.  Y esas mujeres siguen vivas y se las ingenian porque de ellas dependen mucho, son la encarnación misma de la esperanza, hecha carne, dolor y desde allí pueden hacer reír”.