El pueblo tanzano se siente identificado con las jirafas y es habitual escuchar entre ellos decir “somos como las jirafas”.
Su nombre tiene connotaciones árabes, nace del vocablo “zarafa”, que significa caminante grácil y rápido, y es sin duda una realista e inequívoca calificación del animal más alto de la naturaleza.
La envergadura de sus patas le permite dar largas zancadas, por lo que no sólo corren rápido, sino que su paso simple de andar ya es una carrera. Su paso amblado y cansino resulta atrapante e hipnótico para cualquier observador.
A pesar de su tamaño, en carrera pueden superar los 50 Km por hora. Podemos definir a las jirafas como animales tranquilos, pacíficos y sociales.
1- El sueño
Las jirafas duermen de pie, como también pueden hacerlo los caballos, trabando sus patas ya que echadas sólo duermen algunos minutos al día porque esta posición las vuelve vulnerables para sus predadores.
2- Su lengua
Su lengua, de hasta 50 centímetros. les permite alcanzar las hojas más altas y evitar las púas de las acacias. Es de color azul oscuro para protegerla de las quemaduras del sol.
3- Las manchas de la piel
Foto: AP
Las manchas de la piel de la jirafa permiten distinguir los individuos más jóvenes de los más ancianos. Cuanto más oscura es la mancha, más anciano será el individuo.
Sus manchas en disposición combinada y en su forma individual son únicas. Como en el caso de las huellas dactilares, no hay dos jirafas iguales.
Pueden soportar varios días sin beber, porque no sudan y tienen un sistema digestivo que les permite obtener el agua de las hojas que ingieren. En este sentido, superan a los camellos en su resistencia a las necesidades de agua.
4- La compensación de la altura
Su gran corazón de hasta 11 kg le permite bombear la sangre hasta la cabeza.
Las venas yugulares del cuello tienen varias válvulas que impiden que la sangre descienda bruscamente a la cabeza cuando se inclinan a beber.
5- Los cuernos
Los pequeños cuernos de las jirafas permiten distinguir su sexo.
Las hembras tienen los cuernos cubiertos de pelo en la parte superior mientras que los machos no, ya que en sus continuos embates y luchas por las hembras, van perdiendo el pelo de sus cuernos.
Foto: Gtres
6- Las sociedades con aves
Al igual que muchos otros mamíferos viven en simbiosis con algunas especies de aves a las que proveen de alimento (los insectos y ácaros de la piel de las jirafas) a cambio de una limpieza anti parásitos.
7- La vida en manada
Las manadas de jirafas pueden alcanzar hasta 30 individuos y se conoce como “torre”.
8- Los peligros de extinción
Las jirafas están viviendo un proceso de extinción, conocido como extinción silenciosa, por ser menos “mediática” que la de otros animales. Esto es debido a la expansión de las fronteras agropecuarias a expensas de su hábitat natural.
9- El no bostezo
No pueden bostezar por sus características anatómicas.
10- El romance que no es tan romántico
La forma que tiene el macho de saber si la hembra está en celo y lista para el apareamiento es saboreando la orina de la hembra.
11- El romance romántico
Los machos y hembras no compiten por la comida, se alimentan de diferentes partes del árbol.
12- La altura
La altura de la jirafa actúa como un mangrullo o almena que le permite detectar a los depredadores en la distancia y, a su vez, convierte el momento de beber agua en el acto más vulnerable.
13- La mudez aparente
Los seres humanos no podemos escuchar a las jirafas ya que emiten leves silbidos y sonidos imperceptibles a nuestro oído. Es por eso se dice que son mudas.
Infobae Por Dr Juan Enrique Romero