Federico Quiroga, era uno de los pasajeros que viajaba en la Lep, desde Córdoba a Río Cuarto, cuando al sufrir un desperfecto el vehículo se debió cambiar a otro.

En el recambio de colectivo se subieron delincuentes que gatillaron al chofer y los pasajeros, mientras les robaban sus pertenencias.

En un relato estremecedor, Federico Quiroga, contó a Radio Río Cuarto el momento de miedo y angustia vivido.

Federico Quiroga dijo que fue un momento muy terrible cuando un grupo de delincuentes subieron al colectivo y comenzaron a gatillar al chofer y también a los pasajeros para pedirle sus pertenencias.

“Yo me siento siempre al último, en eso veo que vienen 8 ó 9 chicos, dentro de los que había dos mayores, cuando los miro a la cintura llevaban un arma. Cuando me asomo al pasillo escucho una picana eléctrica y que gatillan al chofer, ahí dije acá no la cuento más, porque los tipos estaban muy decididos, muy organizados a extraer celulares, bolsos, billeteras”.

Quiroga continuó relatando a LV16 que mientras los jóvenes robaban, los mayores controlaban que no llegara la policía, “tenían 9 mm y hacían de campana”.

El ladrón que estaba dentro del colectivo gatillaba a la gente, “o estaba descargada el arma o no le salía la bala, por eso con el chico del lado pensamos que no nos iban a matar y tiramos el celular abajo del asiento, saqué las tarjetas y no te dio tiempo para más”.

Cuando se enfrentó al delincuente, al darle la billetera, éste le quiso pegar, “pero el chico del lado le tiró el celular y desistió”.

Una de las víctimas de este asalto violento a la salida de Córdoba escuchó que entre los delincuentes que se encontraban fuera de la Lep avisaron que llegaba la policía y se escuchó el comienzo de un tiroteo, a la vez que se escapaban corriendo por el campo.

Uno de los delincuentes fue atrapado de acuerdo al relato de Quiroga.

El hombre oriundo de Almafuerte comentó que cuando pudieron los pasajeros se bajaron a buscar sus pertenencias que habían sido tiradas por el descampado, sin embargo a unos 500 metros había como 10 delincuentes que estaban a la espera de los bolsos robados, “así que la gente buscaba desesperada sus cosas porque se nos venían y el chofer no encontraba la llave. Cuando estoy subiendo la encuentro y le digo ´tomá, rajemos…´”

Quiroga contó que si bien muchos pudieron recuperar sus elementos, él pudo encontrar su bolso, pero no la billetera, y al lado de sus pertenencias había un arma, a la que fotografió, y escondió entre yuyos, sin embargo cuando volvieron a buscarla ya se la habían llevado, mientras que a una distancia se encontraban los ladrones que esperaban a la policía.

Quiroga comentó que esa misma arma que observó tirada era con la que se había gatillado a los pasajeros, era una 32 larga, cromada, mientras que el resto de los ladrones tenían 9 mm. “Estaban bien armados los tipos, la mayoría no pasaban los 18 años y los mayores eran los padres de algunos ladrones”.

El hombre que pudo contar el suceso finalizó su relato diciendo “en esos momentos no sabés qué hacer, es terrible”.

Fotos: Federico Quiroga