La muerte de un médico conmovió a la comunidad de Chaco. Miguel Duré, de 53 años, era jefe del área de terapia intensiva del Hospital Perrando, el centro de salud más importante de la provincia. Falleció este viernes a la madrugada por un cuadro de coronavirus, luego de estar internado 23 días.

“Su caída será la nuestra”, anunciaron sus colegas en las redes sociales.

En un video que se compartió por redes sociales del cortejo fúnebre que trasladaba los restos de Duré, se muestra la calurosa despedida que le dedicaron sus colegas y amigos. Ubicados en dos grandes filas alrededor de la calle, cientos de profesionales y auxiliares del hospital fueron espontáneamente a la morgue para unirse en un sonoro aplauso, mientras el coche llevaba el cuerpo hacia su destino final. El médico había dedicado a la salud pública más de 25 años de servicio. “Todos salimos a despedirlo”, dijo una asistente al homenaje.



Duré sufría hipertensión y era paciente de riesgo. Desde hacía semanas contaba con una insuficiencia respiratoria grave con falla renal, lo que lo obligaba a afrontar una terapia de diálisis.

Ante el grave cuadro, Duré fue el primer paciente del Hospital Perrando que recibió plasma de convaleciente para el tratamiento de la COVID-19. Y si bien la respuesta fue satisfactoria en un comienzo, su cuerpo tuvo diversas fallas orgánicas que empeoraron salud.

Gustavo Portillo, periodista del canal Somos Chaco, comentó a LV16 que el terapista chaqueño estuvo 48 horas de guardia una semana antes de morir por el virus.

Portillo criticó la falta de responsabilidad ciudadana, del gobierno provincial y la intendencia de Resistencia por falta de políticas de Estado.

“Con profundo dolor despedimos a un gran colega, un héroe sin capa”, anunció la noticia la Gremial Médica de Chaco en su cuenta oficial. El gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, se solidarizó con los deudos y definió al médico como alguien que “incansablemente trabajó cuidando la salud de los chaqueños y chaqueñas”.

El estado de Duré mantuvo en vilo a la comunidad médica chaqueña. En los últimos días, las esperanzas de una posible recuperación de su salud eran cada vez más lejanas, ante el agravamiento de sus signos vitales. Con la confirmación del desenlace, la tristeza fue compartida esta mañana por la totalidad de médicos, residentes y auxiliares del Hospital Perrando. “Buena persona”, “abnegación y dedicación”, “compromiso”, “era un amigo”, fueron algunos de los mensajes que sin cesar fueron pronunciados por sus pares.



“Justo me tocó guardia hoy y sabía que estabas mal. Que habías hecho un neumotórax bilateral y veíamos la placa en la computadora, y sabíamos el pronóstico. Tratamos de no pensar en eso y seguimos atendiendo pacientes, heridos, etc. En un número que se incrementa día a día. Porque hoy lloramos la muerte de un colega y muchos se rasgarán las vestiduras”, lamentó en su cuenta de Twitter Julio Picón, médico del Hospital Perrando.

Duré estaba en la “trinchera” de la atención de enfermos de coronavirus. Chaco es la tercera provincia más afectada, con 81 personas fallecidas. El distrito registra 1.407 pacientes con diagnóstico positivo, de los cuales 718 ya recibieron el alta médica. Esta semana, el gobernador Capitanich retrocedió a la fase 1 del aislamiento obligatorio para frenar los contagios.

Desde un comienzo, la gestión sanitaria de la pandemia recibió fuertes críticas en Chaco a raíz de la profusa propagación de la enfermedad y la falta de preparación de los hospitales. El propio contagio del fallecido jefe de terapia intensiva ocurrió porque no contaba con las medidas de autocuidado adecuadas. “Los elementos de protección del hospital están, pero mal distribuidos, no se entregan a tiempo. Pero no hay que politizar, es un momento para estar unidos y de encontrar una solución”, señaló Noel Ibarra, de la Gremial Médica.

Los médicos chaqueños reconocen los errores que se produjeron. El consenso que se instaló fue que la muerte de Duré era evitable. Un ex director del Hospital Perrando y amigo de toda la vida del fallecido dio cuenta de esa sensación contradictoria, con un mensaje público dirigido hacia la comunidad.

“Que su muerte sirva para crear conciencia social, no subestimar, y entender que los héroes no existen, que aquellos de guardapolvos también son de carne y hueso, simples mortales, expuestos y no siempre reconocidos”, expresó José Bolaños, en la actualidad jefe de departamento de Medicina Interna del Perrando.

Con información de Infobae