El presidente de Brasil afirmó que, a diferencia de Argentina y Venezuela, "el gobierno hizo su parte" para evitar el caos en la economía.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, cuestionó el aislamiento social, preventivo y obligatorio que decidió Argentina para mitigar el avance de la pandemia del Covid-19 y afirmó que su gobierno, al negar la cuarentena, "hizo su parte" para evitar "el caos" socioeconómico.
En declaraciones formuladas a la prensa en la puerta del Palacio de la Alvorada, su residencia presidencial, Bolsonaro lanzó: "Miren hacia dónde está yendo nuestra querida Argentina. ¿Alguien quiere eso para Brasil?".
El jefe de Estado realizó este comentario mientras hacía énfasis en cómo tanto Argentina como Venezuela pronostican situaciones de "caos" producto del nuevo virus, como la recesión económica y la caída del empleo, lo que, de acuerdo a la visión del mandatario, es generado por los gobernadores e intendentes que decidieron por aislamiento social y cuarentena.
"Hemos tomado medidas para salvar el posible caos. El gobierno hizo su parte", expresó Bolsonaro, y añadió de forma más punzante: "Por medidas que otros tomaron es que muchos pobres fueron transformados en miserables, mucha clase media cae a la pobreza y será difícil poner a la economía en funcionamiento".
Brasil es el principal foco de contagiados del mundo con 411.821 y es solamente superado por Estados Unidos, que posee 1.712.816, de acuerdo a datos propiciados por la Universidad Jhons Hopkins.
La pandemia provocó en el país limítrofe la pérdida de 4,9 millones de puestos de trabajo formales e informales entre febrero y abril, y elevó la tasa de desempleo de 11,3% a 12,6% en apenas tres meses, informó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
A su vez, de acuerdo a este estudio, el primer caso (registrado el 26 de febrero en San Pablo) afectó al comercio que perdió 1,2 millón de puestos de empleo, contra 885.000 de la construcción civil y 727.000 de servicios domésticos.
El presidente Bolsonaro se refirió al nuevo virus de forma jocosa en varias ocasiones, al punto de considerarlo solamente una "gripecita" e ironizar la semana pasada con hacer un asado "para treinta personas".