Cazadores de jabalíes de Río Cuarto y la región se lamentan porque tienen sus frezeers repletos de carne de este animal y por falta de control, regulación y producción de consumo no lo puedan donar a quienes los necesitan.
También se mostraron desanimados porque no pueden salir a cazar debido a que ya no cuentan con más espacios donde guardar la carne.
En diálogo con Radio Río Cuarto, Germán, uno de los cazadores, dijo que el consumo es permanente en muchas familias, entre ellos niños y adultos mayores y en ningún momento se han reportado inconvenientes, más allá de conocer el riesgo de triquinosis que conlleva, entre otras enfermedades.