Griselda Bonetto tiene 45 años y 3 hijos, es la abanderada de la Facultad de Ciencias Humanas. Florencia López es escolta, también tiene 3 hijos y está concluyendo sus estudios en la carrera de Educación Especial. Ambas luchadoras demuestran día a día que no hay obstáculo para quien desea educarse. Escuchá la nota.
En muchas ocasiones, las circunstancias de la vida se presentan como obstáculo en el camino formativo y educacional de las personas. No siempre la vida acompaña, por más que la voluntad del individuo sea estudiar.
Pero también existen casos de personas que han logrado superar las adversidades y con mucho esfuerzo, logran concretar sus estudios para el desarrollo intelectual y un mejor futuro.
Es el caso de Griselda Bonetto, tiene 45 años y 3 hijos, estudia Trabajo Social y es la abanderada de la Facultad de Ciencias Humanas. Florencia López, es escolta, proviene de Buenos Aires, también tiene 3 hijos y está concluyendo sus estudios en la carrera de Educación Especial. Ambas son alumnas destacadas de la Universidad Nacional de Río Cuarto.
"Tengo 3 hijos: Facundo de 20, Santiago de 23 y Milagros de 27. Fui madre muy joven, a mis 17 años nació Milagros, que tuvo problemas de salud de chiquita y tuve que abandonar la carrera de Psicopedagogía", dijo Griselda.
Además, expresó lo que sintió al volver a la Universidad: "Fue algo maravilloso, necesitaba tener una formación. Elegí Trabajo Social por la cantidad y variedad de materias, lo social ha atravesado mi vida en cuanto a cuestionarme muchas injusticias".
Hablando desde el conocimiento que le ha brindado su carrera, Griselda fue crítica con el pensamiento actual: "Creer que el pobre no puede cambiar su realidad es muy fácil, hay que dejar de hablar de afuera y meterse en el campo. La situación es compleja, la redistribución no es para nada justa".
Por otra parte, Florencia contó un poco de su historia: "Vinimos de Buenos Aires hace 14 años, mis hijos nacieron en Río Cuarto. Empecé la universidad a los 39, tenía pendiente estudiar una carrera. Mis hijos empezaron, en su momento, un colegio en el cual hay un buen nivel de inclusión, eso me llamó la atención".
"Me apasionó y me dediqué con todo mi tiempo. Actualmente estoy terminando el profesorado en Educación Especial, si todo sale bien, este año termino de cursar", señaló Florencia.
También contó que terminó sus prácticas en la escuela Grierson, y pudo sacar conclusiones desde ese trabajo: "Hay docentes que ponen resistencia y otros que dejan el alma en el aula. Debería cambiar el sistema, reconociendo la heterogeneidad de los alumnos y fortaleciendo la inclusión".
Ambas son muy agradecidas por el apoyo que les brinda su familia y por la contención de la Universidad, más precisamente de la Facultad de Ciencias Humanas.
Chipote chiyon | Tuvimos el gran orgullo de conocer a Flor su esposo Facundo y sus hijos educados todos en la cristiandad. Marallillosas personas y excelentes seres humanos. Siempre presentes. Felicitaciones Florencia bien merecido. Amen