Mabel Sánchez analizó el Informe de la OCDE – Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico - formado por el club de los países más ricos del mundo en el que se planteó que la clase media de los 36 países más desarrollados del mundo se ha debilitado. De generación a generación hay un achicamiento de la clase media.
Columna de Mabel Sánchez
La clase media de los 36 países más desarrollados del mundo se ha debilitado. “Está exprimida”, concluye la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El club de los países más ricos del mundo presentó este miércoles en Naciones Unidas un estudio para avisar de que este grupo social está menguando debido a que su nivel de vida se estanca o va en declive, mientras que el de las rentas más altas mejora. España es uno de los países donde los problemas de este colectivo crecen más, según la OCDE. Entre los motivos de este declive está el aumento del coste de la vida, superior al crecimiento de sus rentas. “La vivienda, por ejemplo, representa un tercio del ingreso disponible, frente a un cuarto en los años noventa”.
En el informe Bajo Presión: la clase media exprimida, difundido este miércoles pasado, la OCDE recuerda que para muchas generaciones significaba vivir en una casa cómoda con un estilo de vida gratificante y un trabajo estable con oportunidades de carrera. “Era una base desde la cual las familias aspiraban a un futuro mejor para sus hijos”, recalca el estudio. Pero esa clase social cada vez tiene más dificultades, según la OCDE. La reciente crisis financiera se ha encargado de darle una buena dentellada y enturbiar su futuro.
“La influencia de este colectivo también ha caído de forma drástica”, señala el organismo.
El documento trata de poner negro sobre blanco los crecientes problemas de desigualdad en el mundo. Y argumenta con datos cómo el grupo que integra la clase media encoge con cada generación. La OCDE señala que el 70% de los baby boomers —los nacidos con la explosión demográfica a mediados de los sesenta— formó parte de esta clase social cuando tenía 20 años. En los millennials—los nacidos a partir de los ochenta—, ese porcentaje baja hasta el 60%. “La generación anterior disfrutó de empleos más estables que las generaciones más jóvenes”, apunta el informe. Los salarios apenas han cambiado tanto en términos relativos como absolutos.