En diálogo con Mabel Sánchez, el doctor Antonio María Hernández es un conocedor de la Constitución Nacional y por ende ha realizado estudios en relación a la Constitución Norteamericana que fue modelo sobre la que se basa la argentina, con la cual hay muchas similitudes en las normas, “en la cuestión federal y judicial, pero los resultados han sido tan distintos y Argentina tiene una federación centralizada. No tuvimos el mismo resultado que Estados Unidos que tiene un federalismo fuerte, con enorme autonomía de los estados y municipios”.
En la comparación de los aspectos estructurales y jurídicos aparecemos con una enorme similitud, “pero en el funcionamiento de las dos federaciones aparecen las diferencias, por ejemplo en lo cultural de cómo actuamos ante la ley los argentinos respecto a los norteamericanos hay una enorme diferencia, los norteamericanos cumplen la ley y las instituciones, mientras que en Argentina hay una débil cultura de la ley y de la legalidad, por tanto no se cumple el proyecto federal de la Constitución y hay muchos problemas del sistema republicano”, explicó Hernández.
En función del cuestionamiento acerca de si Argentina es un país con desapego a la ley, Hernández mencionó a un profesor de la Universidad de Buenos Aires, Juan Agustín García, quien a comienzos del siglo XX dijo que una de las cuatro características es el desprecio por la ley y esto viene desde la época colonial. “Se acatan las normas de España, pero acá no se cumplían y a eso se sumaba la costumbre del caudillaje, la poca democracia deliberativa, y esta actitud de levantarse al orden constituido, manifestado en el Martín Fierro, se ha manifestado en muchos momentos de Argentina”.
Hernández también hizo referencia a Santiago Nino, quien en su libro “Un País al Margen de la Ley” plantea que una de las causas del subdesarrollo de los argentinos es la anomia, la débil cultura de la constitución y de la legalidad, a la que caracteriza como boba porque no se analizan las consecuencias gravísimas de violar las leyes, la palabra empeñada, los contratos, la seguridad jurídica, “y en esto hemos sido campeones en Argentina y ha sido la causa de nuestro subdesarrollo, esta anomia es antidemocrática porque normalmente la ley y la constitución es fruto de una deliberación y de una votación donde se impone una mayoría conforme a la democracia”.
Se han realizado encuestas tanto en 2008, como en el 2014 que mostraron que “un 80% de entrevistados reconocen que Argentina es un país al margen de la ley y en un ranking de violadores de la ley están los políticos, policías, funcionarios públicos, la gente, jueces y los abogados y este es uno de los problemas más graves”, remarcó Hernández.
Este constitucionalista y profundo conocedor de la ley planteó que uno de los grandes problemas de Argentina es la corrupción que “muestra la débil calidad constitucional, la fuerza de las corporaciones empresarias, sindicalistas, jueces, políticos, que siempre han puesto primero los intereses del sector, más que los intereses generales de la sociedad y nos ha llevado a ser uno de los países más corruptos de Latinoamérica”.
El abogado consideró que a la luz de lo que estamos viviendo es necesaria una lucha frontal contra la corrupción y la impunidad, “porque el promedio para la investigación de una causa de corrupción es de 14 años y sólo se investiga el 2% y esta decadencia institucional va de la mano de otra característica muy grave, que es una Argentina delegativa. Falta una ciudadanía que conozca sus derechos, los ejercite, controle a los gobernantes, pida el cumplimiento de las plataformas electorales y no termine delegando el poder en un intendente, gobernador o un presidente, sumado a un funcionamiento del sistema republicano eficiente”.
Hernández planteó que entre las herramientas centrales para luchar contra la corrupción está una ciudadanía preocupada por estas cuestiones, la libertad de prensa que es estratégica y la independencia del poder judicial. “La batalla contra la corrupción y la impunidad es decisiva si queremos cambiar el país”.
Dr. Antonio María Hernández
Abogado (1970), a la edad de 21 años y Doctor en Derecho y Ciencias Sociales (1975), a la edad de 26, de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba.
El Dr. Antonio María Hernández se recibió de Abogado, Doctor en Derecho y Ciencias Sociales de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba.
Profesor Titular de Derecho Constitucional y Profesor Titular Plenario de Derecho Público Provincial y Municipal, en la Universidad Nacional de Córdoba.
Profesor de Postgrado en distintos Doctorados, Magíster y Especializaciones de varias Universidades nacionales e internacionales.
Director del Instituto de Federalismo de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, Presidente Honorario de la Asociación Argentina de Derecho Constitucional, Miembro del Comité de Directores de la Asociación Internacional de Centros de Estudios Federales y Vocal del Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional.
Miembro de las Academias Nacionales de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba; y de Ciencias Morales y Políticas de Buenos Aires.
Autor y coautor de obras jurídicas. Ha pronunciado más de 600 conferencias y exposiciones en el país y en el extranjero..
l Premio Justicia 2017 , Miembro de las Academias Nacionales de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba; y de Ciencias Morales y Políticas de Buenos Aires.
Autor y coautor de obras jurídicas. Ha pronunciado más de 600 conferencias y exposiciones en el país y en el extranjero.
La Universidad de Buenos Aires distinguió a Antonio María Hernández con el diploma de profesor honorario.