En el sur provincial continúan registrándose mangas de langostas. Tras
verse algunas en cercanías de la localidad de Elena, un productor registró imágenes donde se observan gran cantidad de estos insectos en la zona de Berrotarán.
Diego Bondi relató a
LV16 que en un principio pensó que la nube negra que visualizaba era el aserradero de Elena. “Venían volando y se sentaron en una plantación para descansar en la noche. No vimos daños en los lotes de trigo. Tampoco sabemos si comen olmos o no”, comentó.
El productor sostuvo que la manga era de alrededor de 50 metros. "Los alambres y los postes no se veían”, manifestó.
Ayer, Héctor Medina, del Senasa, informó que las langostas no hacen daño a las personas, aunque aconsejó a los productores hacer aplicaciones en sus cultivos para evitar que se coman las plantaciones.
“Esto puede ser un desastre”
El Ing. Ulises Gerardo, profesor de Zoología Agrícola de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), planteó que si el gobierno nacional y provincial no realizan un monitoreo sobre las langostas, lo que puede llegar a ocurrir “es un desastre”.
El especialista indicó que si se están viendo gran cantidad de estos insectos en la actual época del año es porque “se falló en el control previo”.
El docente de la UNRC apuntó que las mangas que se observaron son de tercera generación y por esta época está naciendo la primera generación, por lo que si no se controla pueden ser de 200 a 400 veces más grandes de lo habitual.
Por último, Gerardo señaló que de producirse lo peor este verano entre las inundaciones y las langostas, se podría estimar que la posibilidad de cosecha de algún lote "se reduciría a cero”.
A su vez, acotó que atacar con plaguicidas a los insectos es muy contaminante para el ambiente.