Marcelo Arbillaga realiza un homenaje al cantante Walter Romero, quien falleció el sábado y dejó al mundo del cuarteto con un dolor que no se podrá borrar con una sóla canción.
A Walter lo conocimos con Gabriel hace muchos años en los jueves de “Square Cafe” animabamos juntos una especie de desfile de moda con la querida amiga Graciela Rabino y mucha gente más que hacía de esas veladas noches inolvidables.
A veces no iba mucho público, con Gabriel nos esforzábamos en animar, desfilar, aplaudir, hacer trencito y más. Tiempos difíciles donde estábamos pagando las primeras cuotas de nuestra casa y todo se hacía cuesta arriba.
Una de esas noches apareció un pibe ruludito de ojos como el mar, que tímido, nos pidió permiso para cantar un tema. Nunca me voy a olvidar que justo en el primer paso de baile que hizo le pegó un cabezazo al micrófono y todos, inclusive él, nos reímos mucho.
Lo aplaudimos a rabiar, para que se sintiese cómodo. Estaba feliz. Años después cantó con el talentoso “perro” Maidana y nos volvimos a encontrar en una presentación de “Gelatina”. Estaba re contento haciendo lo que más amaba. Más tarde, como a todos los que “tocaba” el Perro, pasó a las ligas mayores. El conejo lo había llamado para la XXI. La rompió, tenía un magnetismo único. El público lo adoraba. Llegó de lo más olvidado del barrio a los principales escenarios del país.
Un día nos encontramos en un pasillo de un super chino de calle Sebastián Vera. Ya no estaba con el “Conejo” que siempre lamentó su partida de la banda. Walter me saludo con cariño, como siempre, y nos acordabamos de aquel primer “cabezazo” al micrófono. Nos reímos mucho. Me contó que había tenido algunos problemas de salud, pero que ya estaba pensando en un nuevo disco. Y allá fue, el pibe de rulos y ojos de mar que conmovió a un país.
Ayer me enteré que murió y como muchos me siento culpable. Hace tanto que venía dando señales y avisos. Me siento impotente. Todos lo sabíamos y nadie pudo hacer nada.
Hay un tema de él que me conmueve y escucho hasta el cansancio cuando estoy triste. En su voz transmuta distancia y melancolía.
Es un tema bello que aquí les dejo. Perdón Walter. Que descanses en paz.
No nos olvidemos nunca del pibe de rulos con ojos de mar.
Esteban | Hermosas palabras de un amigo . Yo desde rosario lo seguía y mis amigos cantábamos y nos divertíamos con sus temas es mucho dolor esta perdída de un pibe tan joven y con tanto para dar . Que dios lo tenga en la gloria y le de la paz y la tranquilidad que buscaba . Hasta siempre Walter. ..